CON FLORES SE DICE MEJOR

El día de San Valentín nos sirve de excusa para que conozcáis los sentimientos que se pueden transmitir a través de las flores sin mediar palabra.Aquí van algunos ejemplos
El lenguaje de las flores
San Valentín, como otras muchas fechas señaladas, tiene sus defensores y sus detractores, hay quienes expresan en este día sus mejores sentimientos hacia su pareja y quienes ven en él un invento más de la sociedad de consumo. Lo cierto es que, nos guste o no, ahí esta y que cada uno haga lo que considere más oportuno.
Hacemos este preámbulo por ser ésta una de las fechas del año donde se regalan más flores como muestra de cariño o amor y nos da pie para hacer una breve exposición de lo que se puede expresar al regalar determinados tipos de flores.
Hay muy poca gente que conozca los mensajes que se pueden transmitir a través de las flores sin decir una sola palabra. Fue en las civilizaciones antiguas de Oriente donde se comenzó con este lenguaje figurado y ha ido pasando de cultura en cultura y de generación en generación, teniendo su máximo apogeo en el Romanticismo hasta llegar a nuestros días, donde en determinadas fechas y acontecimientos se sigue utilizando.
Para no extendernos demasiado os detallaremos a continuación que es los que queremos decir al regalar aquellas flores que son más populares y que más conocemos:

ROSAS ROJAS: Amor y pasión si se regala a la pareja. Respeto si es a un amigo.

ROSAS BLANCAS: Inocencia, Pureza. Amor para toda la vida.

CLAVEL: Distinción. Nobleza

ORQUÍDEA: Belleza.

MARGARITA: Infancia, inocencia, amor puro.

ANTURIO: Sexualidad ardiente.

LILIUM: Lujo. Belleza.

GYPSOFILA: ternura, infancia, transparencia

GERBERA: Importancia de las cosas

IRIS: elevación del espíritu

TULIPÁN: Romance, respeto, fidelidad.

De todas formas, el significado varía según los lugares, las culturas y las ocasiones, no debemos, por tanto, rompernos la cabeza. Cada flor es un mundo diferente y todas tienen su particular belleza; belleza que les da la misma naturaleza, y ésta es sabia en si misma. Disfrutemos, pues, de ellas y dejemos que hablen por si mismas y no por boca ajena.