Hoy por hoy con la ya famosa crisis no se escapa ni una sola actividad de innumerables problemas, pero la agricultura, ¡ay la agricultura! Venimos de un año en el que las pérdidas fueron importantes, los cereales de invierno junto con los tubérculos no salvaron gastos, ni se aproximaron. Y aunque el año anterior fuese solvente este nos dejó a menos cero.
Ahora hay que empezar y las cosas no pintan con mayor optimismo; los frutos que aún quedan por recoger se están estropeando, caso de la remolacha, el maíz al no estar en contacto con el agua tiene menos daño, aunque como se haya caído, también hay que restar. No menos mal lo están pasando los cereales de invierno, que sin poder abonar en la mayoría de los casos, se están quedando amarillos y probablemente la raíz no muy sana. Por otra parte, el retraso que llevamos en el laboreo y siembra de los frutos de la época, hace pensar que las perspectivas no son muy halagüeñas, ya se verá.
A pesar de todo, también tenemos cosas buenas, y es que la mayor parte de los agricultores llevan de vacaciones casi tres meses, aunque estás no estén pagadas, pero al fin y al cabo vacaciones.
No quiero terminar sin antes animar a la gente a que colabore en este proyecto de Besana, ya que tenemos una oportunidad de la que todo el mundo no dispone y hay muchas cosas que contar.
Un saludo
José López