El fin de las guardias en las farmacias sólo es un síntoma más de la falta de recursos que afecta a todo el sistema sanitario español.

EL MEDIO RURAL SE QUEDA SIN FARMACIAS DE GUARDIA

El fin de las guardias en las farmacias sólo es un síntoma más de la falta de recursos que afecta a todo el sistema sanitario español.
Los vecinos de Villoria y demás pueblos de la comarca tendrán que trasladarse hasta Peñaranda o Salamanca cuando necesiten un medicamento fuera del horario habitual de las farmacias. Oficialmente se habla de «centralización de recursos» u «optimización del gasto», expresiones que vienen a decir en el lenguaje vulgar que el sistema sanitario, y por tanto el farmaceútico, atraviesa por un grave problema económico.

Salamanca tiene, entre la capital y la provincia, más de cuatrocientas oficinas de farmacia, la mayoría situadas en pueblos con muy pocos habitantes y con poca rentabilidad económica. Según fuentes consultadas por Besana, los farmaceúticos de estos pueblos pequeños, que son mayoría, se negaron a hacer las guardias correspondientes a no ser que recibieran una compensación económica. La Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, que tiene trasferidas las competencias sanitarias, no aceptó la propuesta y los farmaceúticos decidieron en votación no realizar las tradicionales guardias. Alguna farmacia, como la de Villoria, sigue proporcionando el servicio a los pacientes durante la semana que le corresponde, ya que su titular tiene domicilio fiscal y vivienda en nuestro pueblo.

En realidad, el tema de las farmacias es la punta del iceberg de un problema mucho mayor que afecta a todo el sistema sanitario español: la falta de recursos económicos y la necesidad, como dijo la ministra Trinidad Jiménez, de «garantizar la sostenibilidad del sistema». La gravedad de la situación quedó demostrada el pasado 18 de marzo durante el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, cuando todos los Consejeros de las Comunidades Autónomas y la Ministra de Salud acordaron la reducción del gasto en mil quinientos millones de euros. Pocas veces coinciden unánimemente en una medida de este tipo el Gobierno Central y todas las Comunidades Autónomas.

Las medidas adoptadas afectarán, fundamentalmente, a la industria farmaceútica y a los profesionales que ejercen en el sistema. Sanidad también revisará los llamados «precios de referencia» de los fármacos, lo que supondrá una reducción del coste de los que se vean afectados. De hecho, los Centros de Salud de Castilla y León ya están recibiendo circulares con recomendaciones concretas para reducir todo tipo de gasto: calefacción, material médico, de oficina, etc. El Centro de Salud de Villoria dispone de medicamentos de urgencia durante las guardias nocturnas, pero en una cuantía muy limitada y sólo para casos verdaderamente necesarios.

Aunque sólo son elucubraciones, se comenta que la crisis económica que padecemos acabará afectando a otros muchos servicios que recibimos los ciudadanos, como las guardias de los médicos o los servicios de la Guardia Civil en el medio rural. La tendencia se dirige a centralizar los servicios. De hecho, en el Cuartel de la benemérita de Villoria ya no reside ningún funcionario de este Cuerpo. Esperemos que los habitantes de los pueblos no tengamos que sentirnos como ciudadanos de segunda.

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