El ser humano se caracteriza por no ser perfecto, aunque día a día encontremos con gente convencida de lo contrario. La imperfección es algo inherente a la especie humana. La diversidad engrandece la sociedad en la que vivimos hoy en día, sobre todo si es entendida como es debido.
Por ello, historias como la que describo a continuación, pueden servir como ejemplo a esas personas, en especial jóvenes, que se esconden tras sus complejos y son incapaces de ser felices.
A buen seguro, todo el mundo recuerde a John Paul Larkin, más conocido como Scatman John. Si aún así, no dais con quién es… seguro que a todo el mundo le suena aquel popular tema de los años 90 «Piii, pa pa pára po… pa pa pára po».
Fue uno de los temas más bailados allá por el verano de 1995 y aún hoy por hoy, no es difícil escucharla en cualquier dial de la radio. Hasta aquí, nada reseñable, una canción más… Lo que poca gente sabe es la historia que tiene detrás…
Scatman John nació en 1942. Ya desde pequeño se le detectaron múltiples problemas en el desarrollo lingüístico. Tenía serios problemas de comunicación, ya que padecía una severa tartamudez, que le impedía articular cualquier tipo de frase. Lejos de tirar la toalla y avocarse a una vida como marginado social, decidió refugiarse en la música como forma de desahogo y comunicación. No todo fue un camino de rosas, y su trabajo en la noche como músico de jazz en Los Ángeles, le hizo caer en las drogas y el alcohol. El punto de inflexión se produjo en 1990, cuando se trasladó a Berlín apoyado por su mujer y tras una severa depresión por la muerte de su mejor amigo, el también músico de jazz Joe Farrell.
Aquí comienza la nueva vida de Scatman John. Gracias al aire fresco que se respiraba en Berlín tras la caída del muro, decidió hacer algo innovador, poniendo letra y cantando sus propias canciones. El resultado no puedo ser mejor, ya que empezó a componer temas musicales en los que él mismo hacia de vocalista «tartamudo». De ésta forma y como a él le gustaba decir, su carrera hacia el éxito fue un proceso de «convertir mi mayor problema en mi mayor cualidad», pues Scatman John era tartamudo.
Una vez superadas todas sus adicciones y sus complejos por el habla, Scatman fue número uno en las listas musicales de casi todo el mundo. Su música dance, su estética, su tartamudez y su estupendo marketing, le hicieron alcanzar la fama absoluta a los 52 años de edad. Convertido en un ídolo gracias a su carisma, le hicieron ser abanderado de las causas de numerosos colectivos de discapacitados.
Desgraciadamente, tras cuatro años de estrellato y posterior olvido total, Scatman John falleció en 1999 de un cáncer de pulmón. No en vano, nos dejó su música, su mensaje y su peculiar historia: «de cómo un hombre supera sus defectos y los convierte en virtudes».
Curiosamente, la última vez que Scatman sintió vergüenza por su habla, fue por lo bien que hablaba, llegando incluso a mosquear al periodista que le entrevistaba. John negó que fuera una estrategia ó engaño para darse publicidad. Simplemente, había superado sus defectos, sin más.
FDO.
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