Son sólo dos veces que lo hemos visto en pantalla y ya nos está enganchando cada noche de los viernes en la 1. Probablemente sea el hecho de conocer a su padre y abuelos los que nos hace inclinarnos por este chico, pero es indudable que es el clásico niño que te cae simpático desde el primero momento. Tiene desparpajo, no canta mal y se mueve por el escenario con soltura, vamos que tiene madera de artista si no se tuerce. Además es un niño y, de momento, ejerce como tal. Suponemos que tanto él como su familia están viviendo una experiencia inolvidable. Desde aquí, y en la medida de nuestras posibilidades, tendrá todo nuestro apoyo, y animamos a la gente para que vote a Gabi cuando llegue el momento. Desconocemos la dinámica del programa y cuando llegará el momento en que los SMS empiecen a dictar sentencia. Hasta entonces, disfrutemos de sus actuaciones y de su simpatía. ¡¡ÁNIMO GABI!