Ayer estuve en la redacción de «Besana» y me impresionó la sencillez y naturalidad de todo. Dos mesas, varias sillas, un sofá, un sillón, un frigorífico para atenuar los rigores del verano y sobre todo cuatro personas con sus respectivos portátiles, que son el alma de la redacción.
Qué distante sentí aquel equipo de redacción de la antigua «Besana», donde se sentía el bullicio de la gente para discutir qué incluir en el próximo número, donde aparecían las antiguas máquinas de escribir, las mesas llenas de bolígrafos, lápices, rotuladores, reglas, correctores y sobre todo negativos y fotos. Sí, todo parecía muy complicado y en realidad lo era, pasábamos horas y horas para conseguir sacar una revista semestral. Cada vez que una página estaba terminada sentías a la vez un placer y un alivio, una menos. A ésta le falta el título, a ésta la foto, ésta hay que repetirla porque tiene muchas faltas, ésta hay que maquetarla mejor porque sobra o falta espacio, ésta, ésta….. y así una tras otra.
Ahora en cambio los ordenadores lo facilitan todo, eliges el formato, la letra, descargas las fotos, maquetas los artículos,…….. con lo que el ahorro de esfuerzos es enorme, cada persona se centra en la noticia que es lo importante, sin preocuparse de su presentación porque sabe que va a ser perfecta. Sin duda uno de los éxitos de la nueva revista es el formato digital que ha tomado, se ha abierto a la nueva revolución tecnológica y esto le augura un futuro muy esperanzador.
Por eso sentí esa sensación de paz, de sosiego, al ver a cuatro personas escribiendo en sus portátiles, conectados todos en red, comentando las noticias, preguntándose dónde cuelgo esto, has llamado a éste o a aquél otro, de eso me encargo yo, mañana infórmate de esto, …….. y yo observando todo con nostalgia, con cierta envidia, sin atreverme apenas a hablar, sin ganas de irme a pesar de lo tarde que era, pensando que no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor, a pesar de lo que dijo Jorge Manrique.
Y lo mejor de todo es el resultado, es asombroso que con el tiempo que le dedican sean capaces de mantener una revista como ésta, totalmente actualizada, con noticias «frescas» todas las semanas, con artículos de opinión, en definitiva con un formato agradable que hace engancharse al lector, y la mejor prueba es el índice de audiencia que está teniendo.
Yo soy de los que entro todos los días, como en mis cuentas de correo, y de los que nunca colabora a pesar de habérmelo pedido en repetidas ocasiones, pero después de estar allí ayer, con motivo del programa de Encuentros de Verano, me he sentido en la obligación de escribir estas líneas para darles ánimo, para prestarles mi apoyo y para animar a todos los lectores a que colaboren y divulguen esta revista, nuestra revista, nuestra «Besana».
Sátur Villardón.