La huelga general del 29 de septiembre ha terminado. Esto el lo único que sabemos con certeza. A partir de aquí todo lo demás son interrogantes que difícilmente encontrarán respuesta inmediata: ¿Ha solucionado algo la huelga?, ¿para qué ha servido?, ¿mejorará algo la situación económica a partir de ahora?, ¿quién ha ganado con la huelga?, ¿cuánto hemos dejado de producir?, ¿ha sido algo más que propaganda sindical?, ¿provocará cambios en la política económica del Gobierno?, ¿contra quién iba dirigida: el Gobierno, los empresarios?, ¿han ganado algo los parados? En fin, cientos de preguntas que se quedarán sin respuesta.
Mucho nos tememos que pocas cosas van a cambiar: el Gobierno se enfrentará a la oposición, la oposición al Gobierno, los sindicatos a los empresarios, los empresarios a los sindicatos…y mientras tanto los españoles poniendo al mal tiempo buena cara y mirando con ansiedad a un futuro incierto; llegó el final del verano y nos disponemos a capear un invierno que será, ojalá no, largo y frío. Ah!, por cierto, aunque no sabíamos si nos visitaría algún piquete informativo, en Besana nos la hemos jugado y no hemos hecho huelga.