Curiosas cartas de peticiones a sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente
Un niño pobre le dice a su amigo rico:
– ¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y yo?
– Dímela.
– Pues que tú pones los zapatos a los Reyes Magos para que te traigan regalos y yo para que me pongan las suelas.
– Dime, Mohamed, ¿tú todavía crees en los Reyes Magos?
– No, ya no creo más, Musladín. Fíjate que el año pasado les presté tres camellos, quedaron en devolvérmelos y no aparecieron más…
Un niño les escribe a los Reyes Magos una carta, y les pide 30 euros para comprarse unos zapatos en invierno. En la oficina de correos no saben que hacer con la carta, así que la abren, la leen, y se quedan tan enternecidos que hacen una colecta y le mandan al niño otra carta con 10 euros.
Al cabo de unos días, reciben otra carta para los reyes magos, que dice:
«Queridos Reyes Magos, muchas gracias por el dinero. Pero la próxima vez no lo mandéis por correo, porque algún cartero se ha quedado con 20 euros».
Esto es un niño que está escribiendo su carta para los Reyes Magos.
-Queridos Reyes Magos, este año me he portado muy bien
(el niño se para a pensar, hace una bola con el papel y lo tira a la basura)
Coge otro papel y escribe:
-Queridos Reyes Magos, este año he sido bueno
(el niño vuelve a pararse a pensar, hace una bola con el papel y lo tira a la basura)
Vuelve a coger otro papel y escribe:
-Queridos Reyes Magos, este año he s¡do regulín
(el niño se para a pensar, hace una bola con el papel otra vez y lo tira a la basura)
Coge otro papel, va al belén, coge al niño Jesús y escribe:
-Queridos Reyes Magos, ¡¡¡TENGO AL NIÑO JESUS!!!
¿Qué regalo te gustaría recibir estas navidades? – le pregunta Melchor en una gran tienda a una preciosa niñita que estaba sentada entre sus piernas.
¿Qué? ¿No recibiste mi e-mail? – contesta indignada.
Hombre, ¿De qué se le acusa?
De haber hecho mis compras navideñas con anticipación.
Hombre, pero eso no es un delito, ¿Con cuánta anticipación las compró usted?
Antes que abrieran la tienda.
En Navidad Luis va al Polo norte con Santa Claus y le pide: – Quiero una mama buena.
Al dia siguiente Luis toca a la puerta y le abre su mamá.
Entonces Luis regresa al Polo norte y le reclama a Santa:
Yo pedi una mama buena, y Santa responde: – tu mama ya es buena.
Entonces Luis dice: si claro, tú lo dices por que a ti no te regaña