A PESAR DEL MAL TIEMPO SE CUMPLIÓ LA TRADICIÓN.
Al mal tiempo, buena cara. Este refrán tuvimos que aplicar los villorejos en la cabalgata de sus majestades de oriente ya que la lluvia y el viento deslucieron el acto. Los reyes magos montados en un vehículo de lo más rural salieron a las cinco de la tarde del centro social. Allí un centenar de pequeños y mayores esperaban impacientes a que se iniciase el recorrido. Sus majestades y los pajes acompañantes tiraron caramelos y chucherías durante todo el recorrido hasta llegar al ayuntamiento, donde el rey Melchor y sus respectivos compañeros oficiaron el pregón. A continuación todos los allí presentes marcharon con la comitiva real hacia el teatro, donde un grupo de música infantil de los circuitos escénicos de Castilla y León nos esperaba para entretener a los más pequeños y también a los mayores.
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