Estamos en vísperas de San Antón, patrón de los animales y, a pocos días de la celebración de este famoso santo en nuestro pueblo, queremos rescatar un artículo más de la antigua Besana que hace referencia a un animal famoso en aquellos años.
SE NOS FUE EL BURRO Y JOSE MANUEL
«Dicen que Mundo no arranca
las vacas nos faltan
tomamos café
y si las vacas nos faltan
sacamos el burro
de Jose Manuel.
Yo te daré
te daré un saco pienso
porque Mundo no puede moler:
cebá….»
Estas palabras quieren ser un pequeño homenaje no a un hombre concreto, sino a todos esos hombres y mujeres que en Villoria han sido. De esos que como decíamos en algún número anterior de «Besana», dejan huella; y pensamos que todos dejan alguna. Si bien unos mas que otros.
Hemos hablado desde estas páginas de lugares, útiles, objetos y otros muchos elementos que configuran un pueblo y le dan su talante. Ya va siendo hora de que recordemos a las personas que los han hecho posibles; en nuestro caso, a las personas que han hecho posible que VILLORIA, nuestro pueblo, sea lo que es y como es, sobre todo en sus aspectos más positivos.
No buscamos personajes célebres por su ciencia universitaria, ni por su santidad o grandes obras, aunque como vemos en otras páginas de esta misma revista, los hemos tenido. Nosotros buscamos al hombre de pueblo por su peculiaridad en el trabajo, el dicho, la canción, la aventura, la simpatía, el chascarrillo, la función social al servicio de su casa, su tierra… Y SU PUEBLO. Queremos resucitar a esos hombres y mujeres simpáticos de los que todos guardamos memoria y que han hecho distinta la historia a como se suele contar en las aulas, los libros o los medios de comunicación y demás púlpitos de la vana gloria..
Queremos que esta sencilla página inicie una sección dedicada a todos esos personajes de Villoria. Por eso lanzamos desde aquí nuestra petición sobre todo a nuestros mayores que tienen en sus cabezas y arrugas un auténtico archivo mucho más importante de lo que la mayoría pensamos. Queremos que nos dejen sus memorias aunque no cobren lo mismo que en «HOLA» porque hay holas y olas; y nuestros hombres han formado un auténtico océano con una tempestad de historia interminable. Así que ánimo y dadnos vuestros recuerdos para nuestra historia, para BESANA.
R.A.I.
Este era el artículo que queríamos recordar y que está publicado en la Besana nº 4 de Julio de 1985. Como habréis leído, el pedir colaboración ha sido una constante en nuestra revista. No en vano es imprescindible para que siga existiendo. Si bien entonces no se consiguieron buenos resultados en cuanto a lo que se pedía desde esas líneas, nosotros si que hemos recogido el testigo y ya ha habido más de una colaboración en este sentido: Sra. Pacua, Sr.Andrés Cascón y los que a buen seguro vendrán. Aparte de las fotos que hemos recibido y que no dejan de ser un ejemplo gráfico de la historia de nuestro pueblo y que os animamos a seguir enviando.
Como comentario final, queremos explicar un poco el significado de las coplillas del principio. Cómo podéis imaginar, la musiquilla con la que hay que entonarlas es la del «yo te daré, te daré niña hermosa una cosa que yo solo se…». Para los más jóvenes que le pregunten a sus papás. La letra, como otras muchas de aquellos años son de Fide «el de Pepa la alguacila», que sacaba coplas y chascarrillos de cualquier cosa.
Por entonces Mundo, el padre de Jose (Capri), era el encargado de poner toros o vaquillas y dado que una de las fiestas no se decidía con los festejos taurinos y ante la posible ausencia las correspondientes vacas, a Fide no se le ocurrió otra cosa mejor que sustituirlas por el burro cuyo dueño era el señor Jose Manuel (marido de la señora Tila) y padre de las actual alcaldesa de Cordovilla. El burro fue un auténtico personaje en aquella época, pues igual servía para un roto que para un descosido y no había fiesta donde no tuviera su dosis de protagonismo.
Dado que Mundo también era el propietario del bar al que todos conocíamos por el «bar de Mundo»-hoy bar Capri- y del molino , se entienden las alusiones al café y a la comida del burro. Ni que decir tiene que la coplilla fue la canción de las fiestas de ese año y de los posteriores.