La ausencia de humo en los bares trae consigo un nuevo problema…
Si es o no buena esta ley es cuestión de opiniones,o de intereses, ya saben ustedes el refrán: «Nada es verdad y nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira». Lo que si es cierto es que las
opiniones extremas, tanto de un lado como de otro, me dejan perplejo :Desde la actitud chulesca y desafiante de algún hostelero que se niega a cumplir las leyes, hasta la mezquindad de quien es capaz de ver a quien fuma como un delincuente al que le gustaría ver en un cartel, como aquellos que aparecían en las películas del oeste, pegado por las esquinas y en las entradas de los bares: «WANTED: 5000 €». Por no hablar de quien, desde las altas esferas, nos incita a denunciar a quien no cumple la ley.
Y ante estas banalidades de quítame allá esos cigarros parece ser que la ausencia de humo en los locales trae consigo un nuevo problema: los malos o buenos olores-
Que en cualquiera de estos bares huela a tortilla, a gambas a la plancha,a café, a cerveza o a mojito, según el rol que les corresponda, es totalmente normal. Pero lo que ya no es normal es que huela a otras «cosas».Decía un antiguo profesor que el hombre es un fabricante de anticolonias por naturaleza. No le faltaba razón. Los clientes de algunos de estos locales se quejan (y seguro que están en lo cierto), de que el olor que predomina en determinados momentos es el olor a humanidad, a sobaco, a choto, …, que antes quedaba enmascarado por el olor a humo, a tabaco, o a vaya usted a saber que…,pero que ahora campa a sus anchas.
Bien está que se diga, y que la gente lo sepa, pero pretender que este argumento se lleve como bandera para que el humo vuelva a ser el rey de la fiesta me parece excesivo. Y me parece fuera de lugar porque esto más bien es un problema de higiene, por un lado personal, y por otro de limpieza del propio establecimiento. Igual que generamos malos olores de manera natural, también hemos sido listos para utilizar lo que nos proporciona la madre naturaleza y crear todo tipo de
Desde aquí propongo que el lugar que ocupaban las máquinas expendedoras de tabaco sea ocupado por máquinas expendedoras de aromas donde uno(a)pueda elegir su perfume y a la par que nos lo indique la maquinita:»Usted ha elegido Chanel nº5 …suerte».
Por cierto, ante situaciones de olores desagradables en lugares cerrados donde se concentra mucha gente ya hay quien pide una ley que se ha dado en llamar la » ley antisobaco». Yo que ustedes no daría ideas porque a la menor la llevan a cabo y nos obligan a pasar por la ducha en común, «estilo mili», antes de entrar en esos lugares y entonces ya si que podían echar el cierre los bares, a no ser que….. ¡las duchas fueran mixtas!. Usted ya me entiende.
T.P.