Podrá parecer una incongruencia que pongamos estos dos temas en la sección de juventud. Nada más lejos de la realidad. Al igual que en Navidades los villancicos no faltan a la cita, en Semana Santa son las saetas las que hacen acto de presencia.
Tranquilos que no son dos saetas, aunque una de ellas este lleve este mismo nombre. Son dos poemas de Antonio Machado a los que Joan Manuel Serrat puso música en su día y que han pasado como dos joyas para la posteridad.
Atentos a ese Don Guido que, a pesar de ser un viva la Virgen, no tenía ningún pudor en vestirse de Nazareno y participar como un penitente más, y es que el capirote de nazareno tapa mucho. Lobos con piel de cordero siempre los ha habido, los hay y los habrá.