Vicente, David y Libertad han sido los tres máximos responsables de los distintos equipos de baloncesto que han representado al Promesas Villoria en los juegos escolares de la provincia.
Entre treinta y cuarenta jugadores de ambos sexos forman este equipo de baloncesto, divididos en tres categorías:
Infantiles, al frente de los cuales ha estado Libertad Calvo y que han quedado en tercera posición .
Alevines, entrenados por David Martín, ocupando una penúltima posición muy honrosa ya que según David «al ser de primer año, la diferencia física con el resto de los equipos era considerable»
Benjamines, dirigidos por Vicente López que ha llevado a sus pupilos hasta la tercera posición de la tabla. Un equipo que según palabras de su entrenador «ha sido muy inquieto y competitivo» «me ha sorprendido gratamente su actitud».
Para Vicente, la competición ha sido «corta y mala». Hay que recordar que se está competiendo en juegos escolares y no en una liga de federados como ocurre con el fútbol. Mientras que la escuela de baloncesto comienza en Agosto, y termina prácticamente con el curso, la competición empieza bien avanzado el curso y termina a finales de marzo con lo que son numerosos los días en los que los niños no compiten.
Esto, unido al abandono del equipo por parte de algunos niños han sido las notas discordantes. Por el contrario, están satisfechos por el comportamiento en general de los componentes del
A la pregunta de si creen que su labor es reconocida, los tres coinciden en señalar que, en términos generales, tanto niños como padres, salvo alguna que otra excepción, si reconocen la labor que están haciendo, como lo demuestra el hecho de que el número de jugadores inscritos ha aumentado hasta el punto de que la próxima temporada serán cinco los equipos que participen: dos benjamines, dos alevines y uno infantil.
Su idea para esta nueva campaña es que cada equipo siga teniendo una cabeza visible, por tanto necesitarán dos técnicos más que les acompañen, técnicos que, si nada se tuerce, están más o menos en camino y a los cuales presentaremos en su debido momento.
Un tema candente y escabroso es el de las infraestructuras. No olvidemos que los equipos de baloncesto tienen que jugar todos los partidos fuera de casa y entrenar en Babilafuente. El motivo, según nos comentan, es el no disponer de canastas de los tamaños correspondientes a cada categoría y sobre todo, el lugar donde ubicarlas para que no estorbasen a la hora de practicar otros deportes.
La ocasión la pintan calva y, tal vez, este sea el momento apropiado para reivindicar el material y las instalaciones que permitirían jugar partidos en Villoria, con la consiguiente llegada de gente de fuera que, seguro, algo dejará en el pueblo
Hay que resaltar que, a diferencia del fútbol, la organización del baloncesto tiene como base una escuela de la cuál saldrán posteriormente los diferentes equipos. Esta escuela se fundó en el 2007, a petición de los padres y que en principio
La filosofía de esta escuela, según nos comenta Vicente es la de «fomentar valores en los niños jugando, participando y, si es posible, ganando» para ello entrenan dos veces a la semana durante una hora cada día en lo que es la escuela propiamente dicha donde la mayor importancia se la llevan los ejercicios de sicomotricidad centrados en el deporte del baloncesto. Una vez hecha la labor de escuela, los equipos, como tales, entrenan dos veces a la semana en caso de infantiles y benjamines y tres en el de los alevines.
Los tres entrenadores coinciden en no querer resaltar los resultados y en dar importancia por encima de todo a la formación y educación de los niños dentro del grupo. Concentrando en una frase que es aquello que les anima para continuar con esta labor, Vicente señala «Me motiva ver disfrutar a los niños practicando deporte» y añade«al final lo bonito que te va a quedar son los recuerdos». Por su parte David resalta que «disfruta viendo como los niños progresan en el tiempo»y para Libertad los más importante es «lo mucho que se puede aprender estando en contacto con los grupos».
Todos ellos coinciden en un deseo:» Que el baloncesto se consolide como una actividad normal y que siga aumentando la familia».Para ello es fundamental el compromiso firme de los padres cuando inscriban a sus hijos y a lo largo de toda la temporada.