Entre foto y foto, felicitación y felicitación, tuvimos la ocasión de charlar con los dos homenajeados por su jubilación. Tanto Julián como Javier comenzaron su etapa en Babilafuente cuando el I.E.S. Senara se inauguró hace ya catorce años.
Por lo que respecta a como ha sido su relación conlos alumnos estos catorce años, nos dice que «Siempre me he llevado muy bien con los chavales. A mi el trato con ellos no me cansa. Lo que realmente me cansa es la administración: evaluar, corregir, poner notas». «Yo he querido ayudar a todos» y añade: «En mi asignatura no se ha retirado nadie; he intentado hacerla motivadora, incluso con algún chiste de vez en cuando, y dando importancia a que el alumno sepa estudiar, que tenga método de estudio, porque eso siempre queda».
Reconoce que » su profesión es bonita», que le ha dado más alegrías que disgustos, pero que a medida que han pasado los años y han aumentado el número de alumnos, la memoria le está jugando malas pasadas : «Me duele mucho que un alumno se me acerque por la calle y no le recuerde, porque se que a ellos también les duele. Para paliar esto, recurro a las fotos, utilizo el archivo que tengo y allí recuerdo».
«A pesar de todo estoy contento», comenta, y resalta «no he tenido problemas con mis alumnos. Siempre se han portado muy bien conmigo» «Es verdad que esperaba más de algunos y menos de otros, y luego ha sido al revés, por eso no valen los juicios prematuros, hay que darles tiempo a todos»
Javier se despide de nosotros señalando que «al final lo que importa es que sean felices, ya sea trabajando de jardinero, ingeniero o arquitecto…»
Muchas gracias a los dos por su amabilidad y desearle lo mejor en esta nueva etapa.de su vida.