Cuando en el mes de Julio se comenzaron a hacer las primeras reuniones para confeccionar el cartel de fiestas, fueron las dificultades económicas las que marcaron la pauta para su elaboración. La recuperación de la Comisión de festejos ha sido la novedad principal en cuanto a la organización se refiere y bien que se ha notado.
Como siempre, toros, verbenas y gastronomía han sido los ejes centrales de cuatro intensos día de fiesta a los que habían dado paso una serie de actividades menos populares, pero no por ello menos importantes y que conformaron la semana cultural. Comenzaron las fiestas con un tiempo envidiable que se ha mantenido durante toda la semana y con el pregón de Perfe Sánchez en el que nos recordó lo que había sido y es su relación con Villoria y en el que abundaron las referencias al pasado sin olvidar el presente y la mención a un buen número de personas que para él han sido referencia en este pueblo.
Las peñas, como cada año, son la que han puesto el toque de alegría y colorido, sobre todo esa noche en la que adquieren protagonismo especial con sus camisetas y sus disfraces como podréis ver en la galería de imágenes. El resto de actos se han celebrado con mayor o menor éxito según se mire. Este año no hemos podido contar con la presencia de Sálvame de Luxe, y es que «el Janeiro» no ha tenido el tirón del año pasado. Esta vez los parabienes se los ha llevado «el Gallo». Este no es tan famoso, pero si más torero, sin ninguna duda.
Llegó el final, el momento de reencontrarse con el trabajo, con los estudios con la monotonía de los quehaceres cotidianos. Otra vez los que viven fuera vuelven a su lugar de residencia lejos de su querido pueblo. Atrás quedarán para siempre los recuerdos, buenos o malos, tristes o alegres, pero siempre nos queda la esperanza de volvernos a ver las fiestas del próximo año y gritar con el pregonero de turno:
¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA VEGA!! ¡¡VIVA VILLORIA!!