Me relaja mucho contar historias porque es la vida misma
Siempre he escrito como siento, y ahora a mis años tengo todo el tiempo del mundo, me relaja mucho contar historias porque es la vida misma, y como hay muchas personas a las que hago felices pues sigo en el carro.
Luego viene la fiesta que para mí ha sido una de las que más gente he visto y es debido a muchas cosas, la primera el tiempo que hemos tenido, que por la noche sale casi todo el mundo de las casas, es como ir a ver una corrida de toros, si hace frío es corrida pero no es corrida ya que te tiene que caer el sudor por el cuerpo para que te salgan los oles del alma, y esas mocitas preciosas que enseñan parte de su encanto, ahí está el furor de las fiestas y los hombres trajeados de barreras con sus puros de veinte centímetros al estilo de Orson Welles echando humo como una chimenea.
Ha sido muy positivo para toda la gente del pueblo y los que han venido a pasarlo bien, viendo el comportamiento que han tenido y sin ningún follón, esto hay que valorarlo.
Quien me iba a decir a mí que iba a ver juntos a la oposición y a los que gobiernan en el palco de la plaza de toros, también verlos juntos cocinando la vaca y luego repartirla en la plaza. ¡Cuantos años hacía que mi ojos no veían esto!, sintiendo una alegría viéndolos trabajar a todos juntos, esto es querer al pueblo.
Pues el sábado día 17 nos cogimos el pendingue y nos fuimos a Benidorm, más de lo mismo de todos los años, pero nos encontramos felices, ves a mucha gente de aquí del pueblo y nos da una alegría encontrarnos en la calle «El Coño», en los bailes o paseando por la playa, porque me encuentro con mucha gente conocida, así que nos lo hemos pasado pipa. Pero he llegado al pueblo sin voz y eso no es de no hablar. Ves a gente que se está haciendo mayor como nosotros pero allí te rejuveneces y como las personas tenemos cuatro estaciones, estamos en la última así que se aprovecha lo que puedes. Allí lo que hay es sol, agua, comes bien y sexo el que puede que hay bastante, y los chinos que hay muchos y son inteligentes ponen pilas hasta en los zapatos, así que todo cristo a bailar porque no te cansas.
Ya llega el día de la vuelta, de las despedidas, donde hay abrazos y lágrimas, dejas amigos y gente conocida, así que montas en el autocar y estás deseando llegar a casa para ver a los tuyos, sobre todo a los nietos que nos traen locos. Paramos en la pasarela pasado Madrid para hacer un descanso y nos pusimos mi mujer y yo a comer un bocata en las escaleras de la cafetería, en esto que para un autocar y bajan chavales de 18 a 20 años como potros desbocados, venían de ver un partido de futbol que serían seguidores y como veo que el futbol se está haciendo como la política que hay mucho fanatismo y no nos respetamos pueden salir chispas, así que deduje por los modales que no habían ganado. Que palabrotas madre, se metían con todo quisqui, me sentí avergonzado de estos chavales pero no todos obraban igual, unos con el pelo de cresta a estilo de gallo, otros rapados y otros enjoyados nariz, labios y orejas, que no estoy en contra de ellos que son muy libres de ponerse lo que quieran.
Y te das cuenta de los nietos y piensas que les tocara, concluyendo, me pregunto yo ¿que estamos criando personas o monstruos, donde está la guardia civil o la policía si pasa algo? ,o los que mandan los quieren más para sacar multas, o para velar por el pueblo, porque manda leches los estragos que están haciendo en algunas fiestas, niñatos que beben cuatro medios o lo que sea y terminan a palos, con los más débiles, así que termino.
Los abuelos hacemos lo que podemos, los padres seguro que también, no queramos que venga un dictador como hace años con sus secuaces y nos tengan a ralla. No amigos no, como a estos niñatos no los pongan en su sitio nos comen, ¡¡ al tiempo ¡! .
ALFONSO EL PINDOQUE