DEL QUÍTAME ALLÁ ESAS PAJAS AL QUÍTAME ALLÁ ESOS DINEROS.
besanavilloria
Sería un tema que me aburriría hasta la saciedad si no tuviera la «virtud» a la vez de encabronarme cada vez que echo un vistazo a cualquier medio de comunicación. Esto me mantiene en alerta, supongo que como a muchos de vosotros, y unas veces con amargura, muchas con cabreo, algunas con una cierta resignación y las más con hastío sigo hablando de esta crisis en la que llevamos inmersos unos cuantos años y de la cual no hay esperanza de salir, al menos a corto plazo.
Pero siempre se saca algo positivo, aunque sea de los malos momentos. Confieso que de cuatro o cinco años para acá, mis conocimientos en terminología económica y macroeconómica han aumentado considerablemente. En mi casa, como en la mayoría de los que hemos nacido en el seno de una familia humilde, sólo se manejaban palabras como jornal, dos reales, pesetas, duros, frases cómo la que le decíamos a los comerciantes de la época,»dice mi madre que me lo apuntes» y los únicos bancos que conocíamos eran los de la iglesia o los de las escuelas. Las cuentas por las que todo esto funcionaba,y al final se seguía adelante, eran las cuentas de la abuela que, en definitiva, se resumían en gastar igual o menos de los que ganas. Así de simple.
Con el tiempo, afortunadamente, esto fue cambiando. Ahora ya se habla de nóminas, de trabajo, también de paro, de ahorro, de fin de mes, de vacaciones, de billetes verdes… Ya sabemos qué es un Banco y una Caja de Ahorros. Ahora ya manejamos dinero y vamos conociendo palabras como hipoteca, interés fijo, interés variable, interés por demora, etc.
Entramos en el euro y ahora ya si que nuestros conocimientos económicos van en aumento: A los ya conocidos añadimos los préstamos a corto plazo, préstamos a largo plazo, las cuentas de crédito, el euribor, ya nos suena eso del debe y el haber, la Bolsa, el capital, crédito, talón, pagaré. Ya sabemos que una letra es también un documento mercantil que a más de uno le traerá de cabeza. Hemos descubierto que notaría no es sólo la primera persona singular del condicional del verbo notar (gracias D. Ciriaco) sino que también es un sitio donde vas a firmar delante de un señor, señora o señorita que ha de dar fe de que el que firma y figura en los documentos es el que está allí presente y no su hermano gemelo o su tío el de América. Algunos han aprendido a manejar términos como Ibex 35 , Índice Nasdaq , dividendos, acciones, y un sin fin de palabras más que muchos ya conoceréis. Pero sobre todo hemos aprendimos a conjugar el presente de indicativo del verbo consumir y lo hicimos de la mejor manera posible: llevándolo a la práctica.
Pasó el tiempo y nuestro diccionario económico particular fue recordando palabras que parecían estar en el olvido: vacas flacas, paro, paro y más paro, embargo, desahucio, miseria, hambre y familiarizándose con otras que no formaban parte de nuestro vocabulario habitual: recesión, depresión, inflación, dación, balanza de pago, tecnócrata, prima de riesgo y una que estos días esta de moda: QUITA .
Inmerso en una profunda ignorancia, cuando vi por primera vez lo de quita tuve que recurrir al diccionario, porque para mi lo de quita era algo así como cuando quieres guerra con tu compañera y te contesta con un «anda quita que me duele la cabeza» o un «niño quita de ahí y ponte pallá que se siente tu abuela»o cuando le decimos a alguien para demostrar lo buenos que somos «quita de ahí que no vales pá ná». Y para qué mencionar cuando hablamos de algo que nos «quita el sueño»o de «alguien se quita algunas prendas » -que no mencionaremos por decoro- para deleite del personal. Sin embargo,el diccionario nos define como quita: «la remisión o liberación que de la deuda o parte de ella hace el acreedor al deudor». Y en esas estamos. Deudores varios, y ahora la propia administración, recurren a este sistema para intentar hacer frente a las numerosas y cuantiosas deudas con los proveedores. Resumiendo: Si el proveedor quiere cobrar, que afine la punta del lápiz y meta un buen porcentaje de descuento a su factura y probablemente serán generosos con él y hasta le paguen. Hasta aquí hemos llegado gracias a la nefasta gestión de unos individuos que han estado al frente de las administraciones públicas y que al parecer no tenían abuela o nunca habían hablado con ella de economía ¡¡¡Lo que hubieran aprendido!!! Si por un quítame allá esas pajas (con perdón) podemos darnos de tortas, ¡qué podrá llegar a ocurrir por un quítame allá esos dineros!