El ayuntamiento ha decidido cerrar la escombrera que hasta ahora se encontraba en una situación irregular. El pasado año se recibieron dos denuncias: la primera de ellas con fecha de 7 de febrero de 2011 cuando uno de los trabajadores municipales fue sorprendido arrojando basura por la unidad del SEPRONA de la Guardia Civil, y la segunda el 6 de octubre, motivada por el incendio que se produjo en ésta.
Según fuentes municipales se van a colocar varios carteles en el perímetro de ésta con el texto «Prohibido arrojar basura» y se instalará una puerta en el acceso que permanecerá cerrada, tal y como ha indicado SEPRONA. El camino colindante no quedará afectado. En el perímetro se ha escavado una zanja para impedir el acceso a esta con vehículos y que se puedan tirar basura.