«…nos convertimos en marionetas colgadas de unos hilos…»
Queridos paisanos y lectores de mi querida Besana, el mensaje que quiero transmitiros y que me llega a mí estos días y los sucesivos es que nos alimentamos de tópicos que nos bombardean en los medios de comunicación escritos, leídos y, sobre todo, audiovisuales. Un año más nos convertimos en algo así como marionetas colgadas de unos hilos de los que tiramos nosotros mismos repitiendo slogans que son como una manipulación de nuestros sentimientos. Particularmente me produce cierta tristeza a la vez que me revelo, como casi todo con lo que no estoy de acuerdo.
En estos días y fechas puntuales cuando tantas personas, cada una con sus dramas personales, en medio de esta brutal crisis, con miles de personas que pasarán las navidades en la calle por haberles echado a patadas de sus casas, o quizás otras no tengan una triste vela para alumbrarse, no podemos ser impasibles cuando escuchamos cosas como que Madrid, lo que por cercanía más me afecta, nos anuncian que estas navidades se ahorraran un 27% de consumo en el alumbrado navideño de sus calles y plazas, siendo aun así el coste total de 1,9 millones de euros (2,4 el año anterior) un despilfarro de tal calibre que no se puede consentir y menos que esas luces estén encendidas un mes antes. Esto multiplicado por cada ciudad de nuestro país, cuántos millones se podrían destinar a tantas miserias humanas para paliar tantas calamidades como se están pasando.
Los seres humanos actuamos así con todo lo que se puede comprar, porque tiene valor material, sin pensar en cosas hermosas y únicas que están al alcance de todos y nos llegan sin patente registrada ni etiqueta del diseñador y, por lo tanto, no está a la venta, no se pueden comprar. No se puede comprar la amistad, el cariño, el afecto; no se compra el amor, la dedicación, los besos; no se compra ese rayo de sol que nos alumbra cada día ni las gotas de agua que riegan nuestros campos; no se compra el verde de los árboles ni el aire que hace bailar sus hojas para que respiremos; no se compra en ninguna joyería ese collar que se forma en nuestro cuello cuando recibimos o damos un abrazo. Si aprendemos a sentir todo esto y lo ponemos en práctica todos los días, sonreiremos más y el sol traerá siempre a nuestros corazones esa luz real y no una vez al año oscurecida por los correspondientes despilfarros de los que tienen más de lo que necesitan olvidándose de los que carecen de casi todo.
Para finalizar, aquí os dejo unos versos a modo de felicitación para todos.
UN LUCERO CAMINABA
Un lucero caminaba
venía desde Belén
de la mano de su madre
camina el niño Manuel.
El caminito era blanco
de romero y madreselvas
los pastores les seguían
tocando las castañuelas.
Las estrellas y la luna
al igual que los luceros
alumbraban el camino
con reflejos desde el cielo.
Por arriba está la noche
por debajo canta el río
la Virgen y el Niño duermen
San José les quita el frío.
Nosotros cantamos jotas
el Niño toca el pandero
la Virgen nos acompaña
con un choque de pucheros.
Buenas Pascuas, buenos Reyes
que buen año nos dé Dios
yo pido para Villoria
salud, paz, trabajo y amor.
FELICES PASCUAS.
Basi