El Ayuntamiento tendrá capacidad de contratar trabajadores durante el presente año
El pleno comenzó con la aprobación del acta del pasado mes de enero y a continuación se acordó por unanimidad el arrendamiento de los prados municipales de Villoria, los llamados «prados altos», único punto del orden del día. En los próximos días tendrá lugar la subasta de los prados municipales conocidos como prado Redondo, Martín Miguel, el Valle, el Redejón, el Juncal, Valdearagona y San Benito.
El tema de más interés del pleno tuvo lugar dentro del apartado de informes de alcaldía, cuando Julián Barrera informó de tres subvenciones que el Ayuntamiento recibirá durante este año, cuyo importe será destinado en su mayor parte a la creación de empleo.
La primera proviene de la Diputación Provincial de Salamanca y tiene una cuantía de 22.326 euros, dando opción a los ayuntamientos a dividirla al 50% para gasto corriente y la otra mitad para creación de empleo. El Ayuntamiento de Villoria la utilizará íntegramente para la contratación de trabajadores. La duración mínima de estos contratos será de dos meses.
La segunda subvención corresponde a la Junta de Castilla y León y alcanza la cantidad de 29.255 euros. Es lo que se ha llamado «Fondo Incondicionado», pudiendo emplearse en gasto corriente, gasto de capital o gasto financiero (amortización de deuda). Tras un debate constructivo por parte de todos los miembros de la corporación se acordó emplearlo en contratación de trabajadores y compra de materiales para arreglo y mantenimiento de nuestro municipio.
Se acordó también que la reparación del tejado del colegio de Villoria se llevaría a cabo con los trabajadores contratados por el Ayuntamiento. El coste de la obra ronda los 8.000 euros, aportados por la Diputación Provincial y por el Ayuntamiento de Villoria.
Se informó también de la liquidación definitiva de las cuentas del ejercicio del año anterior y cuyos datos ya fueron proporcionados por el alcalde en el pleno de enero y en la entrevista que recientemente concedió a Besana.
Tras el turno de ruegos y preguntas, Julián Barrera levantó una sesión marcada por la normalidad.