Por un lado la falta de tiempo, y por otro la falta de colaboraciones, nos impide cada domingo ofrecer, como hemos hecho en otras ocasiones, alguna crónica de los partidos del Promesas Villoria en su categoría de aficionados, máximo exponente del fútbol en nuestro pueblo.
Este año las cosas han cambiado en lo que este equipo se refiere. Por diversas razones, que en otra ocasión intentaremos analizar detenidamente, la categoría de Aficionados cuenta solamente con nueve equipos. Cuatro menos que la temporada pasada. Entre los equipos que han desaparecido está el Artesano de Villoruela, un equipo que había realizado excelentes campañas en esta categoría. La presencia del Promesas en la provincial desde hace dos años nos daba la oportunidad de poder volver a disfrutar del clásico entre Villoria y Villoruela. Este año no será posible y bien que lo sentimos.
Con la llegada de estos jugadores ha mejorado el equipo. La entrega que demostraron el domingo ante los rivales es digna de elogio. Que nadie se llame a engaño, es gente a la que le gusta el fútbol, tienen oficio y vienen a sumar, no a dividir. Esto lo saben lo demás componentes del equipo y el propio entrenador, Javier Plaza, que seguro echará mano de su amplia experiencia y sus vínculos con los dos pueblos para hacer equipo y llevar la nave a buen puerto. Otro aspecto positivo es la presencia de aficionados en el campo. Ahora hay aficionados de Villoruela que se desplazan para ver al Promesas. Bienvenidos sean unos y otros.
Las circunstancias económicas, políticas y sociales actuales van a repercutir también en el deporte. Cada vez está más claro que por separado no llegaremos a nada. Es necesario hacer piña para poder llevar a cabo proyectos e ideas que individualmente los pueblos de nuestra comarca no se van a poder permitir. Ha llegado la hora de ampliar los puntos de mira y reivindicar cosas en común, sin renunciar a las peculiaridades particulares de cada pueblo. El deporte en general y el fútbol en particular pueden ser un buen punto de partida.
S.P.P.