La propuesta realizada por la Delegación Territorial de la Junta se someterá al criterio y estudio de alcaldes y de la Diputación
La Delegación Territorial de la Junta en Salamanca ya ha hecho los deberes en lo que a la nueva Ley de Ordenación del Territorio se refiere, en la que se le daba un periodo de seis meses, desde el día siguiente a la publicación de la norma (el 1 de octubre) para la elaboración del mapa de la provincia. Un mapa que, según la propuesta elaborada, tiene 29 unidades básicas de ordenación del territorio, que serán todas ellas rurales excepto una, la capital, que será urbana al tener más de 20.000 habitantes.
Respecto a esta nueva organización, Mena hizo hincapié en que el «nuevo mapa no va a ser traumático y nadie debe preocupares porque no va a haber mucho cambio respecto a la estructura administrativa». No se van a crear nuevas estructuras –añadió– y desaparecen los distritos por mancomunidades de interés general, «que pueden ser una continuación de las actuales, pero que deben adaptarse a las nuevas características y objetivos que marca la ley».
No va a haber cambios significativos», insistió el delegado territorial, «quizás algún cambio de nombre», y «se van a respetar aquellos puntos donde haya centros de salud y también centros de enseñanza», por lo que, básicamente, «a Salamanca no le va a afectar significativamente». Con todo ello, lo que se va a intentar buscar es «la cohesión social, el acuerdo con las fuerzas políticas y con las diputaciones, a las que se va a reforzar y potenciar –aunque se va a cambiar su organización–. Y lo que es lo más importante, se va a dar a cada administración una función», aseguró Mena
Añadió el delegado territorial que «se va a buscar la solidaridad de las entidades locales menores, que hasta ahora estaban divididas de los ayuntamientos, para que tengan una mayor relación con ellos».
El que quiera continuar funcionando como ahora, puede hacerlo, y el que quiera mejorar servicios debe asociarse para buscar «esa economía de escala que produce mayores ventajas», concluyó Bienvenido Mena, antes de entrar en la reunión con alcaldes y concejales de 93 municipios, en la que volvió a señalar, como ya hiciera en las cuatro anteriores celebradas en diferentes lugares de la provincia, que «no va a desaparecer ningún municipio» y que sus alegaciones y aportaciones servirán para definir el mapa de unidades básicas de ordenación y servicios en la provincia, que será el que determine la prestación de servicios de la Junta.
La adaptación de los servicios, una vez que se cuente con el mapa definitivo, se realizará en tres años.
Fuente : El Norte de Castilla