El invierno nos mostró su cara más fría, sin haber llegado todavía, allá por el mes de noviembre. Las temperaturas de hasta 8 y 10 grados bajo cero
Pero, lejos de esto, a medida que avanzaba el mes de diciembre, el mal tiempo se manifestaba en forma de borrascas de viento y lluvia que no nos han abandonado desde entonces.
En poco tiempo hemos tenido hasta tres ciclogénesis explosivas-cuidado con la palabrita que se las trae- que están dejando el campo
Los vientos huracanados que hemos padecido a lo largo del día han dejado su huella en las instalaciones de las piscinas donde han derribado uno de los pinos, concretamente el que estaba a la entrada.
Parece ser que esto no ha terminado y que todavía nos queda alguna por pasar. Menos mal que el verano está a la vuelta de la esquina.