Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

YA TIENEN LO QUE QUERÍAN


(Verdades sobre el fútbol moderno)
Para empezar me voy a presentar, soy Jose, aunque en Villoria los que me conocen me llaman Pepe, hijo de Basi, gran colaboradora de Besana, lo que me lleva a leer, con cierta asiduidad, vuestra revista. Os diré también que vivo en Madrid, que soy un gran aficionado al fútbol y que, desde mi más tierna infancia, soy hincha del Atlético de Madrid, y lo soy porque sí, sin influencias de ningún tipo, porque nací así. Quizás en algún momento de mi vida podría haber elegido el camino fácil, el de ser del Madrid, como hicieron muchos niños de mi edad que jugaban conmigo al fútbol en el barrio o en el cole. Pero no, yo elegí otro camino, el más apasionante. De hecho no sé si yo elegí al Atleti o el Atleti me eligió a mí.

Así pues, como seguidor rojiblanco, entenderéis, a poco que sepáis de fútbol, que he pasado de estados de gran alegría a estados de enorme decepción en cuestión de días, e incluso horas. De hecho, he sido simple aficionado, también tuve carnet de simpatizante, durante unos años fui abonado, formé parte del Frente Atlético, grupo ultra del club, y actualmente soy socio. No concibo el fútbol de sofá, sin estadio y sin amigos alrededor que en ese momento estén sintiendo lo mismo que tú.

Como podéis imaginar he visitado y sigo visitando el estadio Vicente Calderón con bastante frecuencia, he viajado con el equipo a muchos otros estadios y me he informado de la actualidad de mi equipo y de todo lo que rodea al mundo del deporte rey con auténtica voracidad. Y es que, como dijo Arrigo Sacchi, ex entrenador de Milán y Atlético de Madrid entre otros, «El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes».

Es por ello que, sin tratar de saber más que nadie de fútbol y dejando claro que esto no es más que un artículo de opinión, aunque convenientemente documentada, sí me considero voz autorizada para desvelar, sin ánimo de vomitar sobre estas líneas mi tremenda decepción por la pasada final de Champions, algunos de los secretos que, para quien lo vive de manera más superficial, encierra el fútbol. Esos que el periodismo calla, como calla los que encierran otros temas cotidianos, porque nos cuentan lo que quieren, no lo que ocurre.

Lo acontecido el 24 de mayo en Lisboa fue cruel para los atléticos, un cruel final para un año de leyenda. Pero al fin y al cabo es lo que algunos llevan persiguiendo durante mucho tiempo. Todos sabemos que el reparto económico por los derechos televisivos en España da una importante ventaja a los dos grandes monstruos que los estamentos han creado, Real Madrid y FC Barcelona. Este reparto desigual va desde los 140 millones de euros que ingresan estos dos clubes a los 12 millones destinado a equipos como el Rayo Vallecano, el Valladolid o el Elche, contrato firmado hace algunos años y válido para varias temporadas. Este desigual reparto no ocurre en los demás países, es decir, nadie más juega con ventaja.

Los privilegios económicos de Madrid y Barça, no sólo deportivos sino también institucionales, como el dinero desviado por el Ayuntamiento de Madrid al club blanco en infinidad de turbios negocios, sobre los que se podría escribir un libro , la deuda consentida de 900 millones que suman entre los dos monstruos del fútbol patrio , o los privilegios de que gozan por ser clubes y no Sociedades Anónimas , están destinados a que ocurran cosas como la acontecida el pasado 24 de mayo, es decir, que uno u otro sea campeón de Europa. Importa que en España puedan jugar los Ronaldos, Bales, Messis o Neymares de turno, importa que éstos ganen Champions, importa que den balones de oro a jugadores de nuestra liga, importa idiotizar a la gente.

Nadie del Madrid, aficionado digo, se ha parado a pensar que la Champions la ha ganado el equipo más rico de Europa; lógico, ¿no?, no hacerlo sería un fracaso, hacerlo un dudoso éxito.

Nadie del Madrid, aficionado digo, se ha parado a pensar qué haría el Madrid con 120 millones de presupuesto que es el que tiene el Atlético (frente a los 550 que manejan ellos); para empezar vender a Ronaldo, Bale, Benzemá, Ramos, Casillas… y todos esos jugadores a los que no podría pagar su sueldo.

Nadie del Madrid, aficionado digo, se ha parado a pensar por qué Goliat venció a David. El Atleti fue a la guerra con tirachinas y la perdió. Sí, es verdad, ganó la Liga, pero también con tirachinas y ante dos equipos con auténtica artillería pesada. Y es por esto que creo que jamás, nadie que no sea atlético, reconocerá en su justa medida el mérito del Cholo Simeone al frente de este equipo. Cogió al equipo hace dos años y medio a cuatro puntos del descenso y no sólo lo ha hecho campeón de Liga, sino también subcampeón de Europa.

Nadie del Madrid, aficionado digo, se ha parado a pensar por qué su equipo tiene en sus vitrinas nada menos que 10 Copas de Europa. Esto merecería escribir otro libro, pero espero dar luz sobre ello en pocas líneas. Las primeras Copas de Europa fueron torneos que se jugaban por invitación, y el diario L’Equipe los organizaba. Se invitó al Barcelona, pero por cuestiones del régimen las jugó el Madrid. «Franco resucita, el Madrid te necesita», se sigue cantando hoy en algunos estadios de España cuando a los blancos les vienen mal dadas. Eran 8 equipos y los equipos grandes de esa época no quisieron ir (como el Chelsea y ciertos equipos rusos) y el Madrid acababa jugando la final contra equipos de muy bajo nivel por ese tiempo, como el Stade de Reims francés o el Eintrach de Frankfurt alemán, que por esa época no serían ni de la Segunda División española. Lo importante es que era un torneo de invitación, como los trofeos Carranza o Teresa Herrera que se juegan en verano en nuestro país. El madridismo se los ha apuntado como las primeras Copas de Europa, lo que es una mentira repetida durante los últimos 60 años, diciendo que el Madrid tiene, con esta, 10 Copas de Europa, cuando en realidad tendría 5.

Y, por último, nadie del Madrid, aficionado digo, se ha parado a pensar que si no hubiesen ganado este año «su décima» la podrían ganar el año que viene, o el otro, pues lo tiene muy pero que muy fácil para jugar finales, porque a los que mandan, a los que reparten los derechos televisivos, a los que designan a los árbitros, a los que venden camisetas y bufandas a turistas extranjeros, a los que despachan las entradas a los chinos que pasan por la puerta del Bernabéu para que lo llenen, a los políticos que nunca se hartan de hacerse la foto con la horripilante camiseta blanca, a los que hacen y ven programas de televisión que sólo hablan de Madrid y Barça, a los que se dedican a vender periódicos o los vídeos de la final, a los aficionados que no les importa llevar más de 100 años viviendo en una mentira con tal de que su equipo gane, a todos ellos, digo, les interesa que todo siga igual.

Saludos,

Jose H. Cascón

http://www.extraconfidencial.com/movil/articulo.asp?idarticulo=10142

http://futbol.as.com/futbol/2013/10/18/primera/1382091166_243954.html

http://www.elblogsalmon.com/economia-del-deporte/por-que-real-madrid-y-fc-barcelona-no-son-sociedades-deportivas

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