Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

CREO QUE ES DE JUSTICIA


Estoy convencido de que hay muchos villorejos defendiendo y ensalzando nuestro pueblo por donde pasan
Creo que es de justicia defender la solidaridad, y ese es el motivo que me mueve a expresar mi opinión, al margen de que sea pariente o no, amigo o no la persona que la ejerce en beneficio de los más débiles. Conozco lo que es dedicar tiempo y dinero a este menester; de ahí mi decepción por algunos ambientes o personas de mi querido pueblo.

Cuando me desplacé a pasar la Semana Santa, me enteré de los comentarios indecentes y mal intencionados en relación a la acción altruista que está realizando mi primo Alfonso. Se necesita ser mala persona, hipócrita, carecer de sensibilidad y tener mucha envidia para poner en tela de juicio una labor de servicio a los más desfavorecidos por la crisis o por las circunstancias que sean.

Probablemente éste «colectivos o individuos» desconocen la situación angustiosa con la que estas personas solidarias se enfrentan a diario, lo que constituye un acto de CARIDAD, bien porque ellos no la necesitan o porque carecen de ese sentimiento.

Es mi deber por ética, como primo y cristiano, defender y manifestar públicamente el mérito que tiene dedicar el tiempo y dinero para hacer más llevadera la vida a aquellas personas que carecen de lo más elemental. No es difícil entender que, cuando se dedican muchos años a realizar esta labor de servicio a los demás, se requiera alguna aportación económica, cuando la propia deja de ser boyante por los motivos que lo provocan. El Señor dice en el Evangelio que «todo trabajador tiene derecho a un salario». Por lo tanto, nadie debe poner en tela de juicio que se reciba una ayuda para seguir ejerciendo esa labor tan meritoria que repercute más que en sí en los demás.

Estoy convencido de que hay muchos villorejos defendiendo y ensalzando nuestro pueblo por donde pasan, entre los que me cuento, pero últimamente siento una profunda decepción por el ambiente existente entre las personas que conviven a diario en él. Es una sensación de división y confrontación en vez de unión y eso no es bueno para la convivencia vecinal. Villoria, a mi juicio, ha perdido una serie de valores que anteriormente existían, tales como el compañerismo, la buena vecindad, la generosidad…, prevaleciendo por el contrario en estos tiempos la confrontación política.

Es una lástima que haya personas que difaman sin ninguna impunidad, ocultando cobardemente su identidad. Cada uno es libre de expresar su opinión, siempre y cuando se dé la cara y se aporten argumentos. Lo que no es ético ni cristiano es ensuciar la honra de las personas de bien, produciendo con ello dolor a Alfonso y a su familia. ¿Por qué esa forma de actuar? ¿Por envidia? ¿O porque el difamador no es capad de hacer las cosas que Alfonso hace con alegría, con buen humor y con gracia? Me producen lastima ésta o estas personas, ya que demuestran ser lo que son: muy mezquinas.


Primo: adelante con tú labor, que es muy meritoria y que sabes que hay muchas personas de bien de Villoria que te comprendemos y te apoyamos, entre los que tengo el honor de encontrarme.

Un abrazo para ti, para Conchi y toda tú familia.

Alguien dijo lo siguiente: Los rumores son creados por los ENVIDIOSOS, regados por los CHISMOSOS, y leídos por los IDIOTAS.

Máximo Sierra

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