El por qué de la tradición de Semana Santa
¿Por qué se celebra la Semana Santa?
La Semana Santa es una fiesta religiosa de la Iglesia Católica. Durante estos días se recuerdan los últimos días de la vida de Jesucristo: desde que entra en Jerusalén (el Domingo de Ramos), la Pasión y Muerte (Jueves y Viernes Santo) hasta que, según la Biblia, resucita (Domingo de Resurrección).
Aunque la Semana Santa es una fiesta religiosa, lo cierto es que en estas fechas también se puede disfrutar del arte sin ir a un museo: muchas de las tallas que salen a procesionar son verdaderas obras de arte de artistas conocidos o con gran antigüedad. De hecho, en muchas ciudades su Semana Santa está reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional por la música que acompaña a las figuras, los nazarenos, las velas y los costaleros. La fiesta acaba siendo un espectáculo único que sorprende a los más pequeños.
¿Por qué la Semana Santa se celebra en fechas diferentes?
La semana Santa cambia de fecha cada año porque su celebración depende de la luna. Siempre se procura que el Viernes Santo coincida con la luna más llena posible, ya que según la tradición cristiana Jesús murió en la cruz una noche de luna llena. Por ello, en el año 525 se acordó celebrar el domingo de resurrección el primer domingo después a la primera luna llena que siguiera al equinoccio de primavera (21 de marzo), lo que hace que la luna llena «presida» todas las procesiones.
¿Por qué van tapados y con acompañantes?
Los nazarenos o penitentes son uno de los símbolos más tradicionales de la Semana Santa, especialmente por sus largos capirotes que tanta intriga generan a los pequeños («Quién es ese que me ha saludado?»). Lo cierto es que el origen de esto no es demasiado agradable: El gorro puntiagudo tiene se remonta a la época de la Inquisición: a los condenados se les colocaba un gorro similar, que normalmente llevaba pintadas figuras alusivas al delito cometido o a su castigo (por ejemplo las llamas del infierno).
Precisamente por este significado de «penitencia» las hermandades sevillanas lo adoptaron en el siglo XVII, y la costumbre se extendió pronto a otras ciudades. La forma cónica del capirote alude al acercamiento del penitente al cielo. La tela que cae sobre la cara y el pecho sirve para ocultar el rostro y preservar la identidad del penitente.
¿Por qué algunos penitentes y costaleros van descalzos?
No ocurre en todas las ciudades ni en todas las procesiones, pero de vez en cuando es común observar a penitentes y costaleros que van descalzos, algo que genera muchas dudas a los pequeños, sobre todos si «toca» una Semana Santa fría. El motivo, de nuevo, es religioso: promesas. En muchas ocasiones los creyentes piden «favores» a Dios y, a cambio, les prometen hacer diferentes tipos de penitencias, como acompañar al paso de Semana Santa descalzo, lo que supone un gran esfuerzo.
¿Por qué son diferentes los colores de las túnicas?
En la Iglesia Católica, cada color simboliza algo, y en la Semana Santa cada cofradía tiene el suyo propio. Así por ejemplo, las Hermandades de la Virgen de la Esperanza suelen ser verdes, pues este es el color que se identifica con la Esperanza. Algunas cofradías visten de morado, que simboliza las moraduras de Cristo tras la pasión, otras llevan la capa color azul, símbolo de la Virgen María, etcétera. En el Domingo de Resurreción el color siempre es blanco: representa la alegría, pureza, tiempo de júbilo y la paz.
¿Por qué las mujeres van de negro?
Las mujeres que en las procesiones salen de negro y con una especie de «velo» son las mantillas o camareras de la virgen. El motivo de vestir de este color es que simbolizan el luto por la pasión y muerte de Jesucristo. Para ello se ponen la «mantilla», que es un velo de blonda (normalmente de seda) con una peineta: el adorno de gala usado por las mujeres españolas en la antigüedad.
¿Cuánto pesa un paso de Semana Santa?
Los pasos de Semana Santa pueden llegar a pesar cerca de 2.000 kilos, aunque su peso depende de muchos factores, especialmente de cuántos costaleros lo lleven (y, por lo tanto, se repartan el peso). Es decir, no necesariamente uno muy grande tiene por qué suponer más peso para los costaleros que lo llevan. Por lo general, los de palio (los pasos de la Virgen) son los que más peso soportan, especialmente porque el manto que lleva la figura suele ser de varios kilos y varios metros de largo.
Los días que componen la Semana Santa (que se puede celebrar entre el 22 de marzo y el 25 de abril, según se decida por el calendario lunar) se dividen de la siguiente forma:
1. Domingo de Ramos: Entrada de Jesucristo a Jerusalén.
2. Lunes santo: Jesús saca a los mercaderes del templo.
3. Martes santo: Cristo le dice a sus discípulos que será traicionado, y anticipa las tres negaciones de Pedro.
4. Miércoles santo: Judas Iscariote conspira para entregar a Jesús al Sanedrín a cambio de 30 monedas de plata.
5. Jueves santo: La Última Cena. Oración de Jesús en el huerto de Getsemaní, y su arresto.
6. Viernes santo: Interrogatorio y condena de Jesús por parte del rey Herodes y Poncio Pilato. Flagelación, crucifixión y muerte de Cristo, y su posterior sepultura.
7. Sábado santo: Vigilia pascual.
8. Domingo de Pascua: Día de la resurrección de Cristo.
Durante la Semana Mayor se celebran varios rituales, algunos decididamente religiosos y otros no tanto, como regalar huevos durante el día de Pascua. ¿Qué curiosidades rodean estos días?
1. El capirote
La imagen de una capucha puntiaguda tiene sus orígenes en la Inquisición, cuando a los condenados por la Iglesia Católica se les hacía llevar la indumentaria como castigo por sus pecados. En España, las hermandades sevillanas lo usan como señal de penitencia y su forma indica el acercamiento del penitente al Cielo, además de ocultar su identidad.
2. Los huevos de colores
¿Qué tendrá que ver un huevo con la Semana Santa? Resulta que no se podían consumir lácteos ni huevos durante la Cuaresma, por lo que preservaban algunos huevos hervidos y cubiertos en cera y los regalaban el Día de Pascua. Para que fueran más atractivos, los pintaban y, poco después, se remplazaron los huevos de gallina por los de chocolate, decorados con confituras.
3. El conejo de Pascua
Esta tradición está atada a la época pero no responde al cristianismo, sino a la tradición anglosajona. La introdujeron a Estados Unidos los imigrantes alemanes y holandeses; el mes de abril se asociaba con Ostern (Easter, en inglés), diosa de la fertilidad y representada por este animal.
4. La misma semana, en distintas fechas
La fecha de Semana Santa no se determina por el calendario gregoriano, sino por el lunar. En el año 325, el Concilio de Nicea I determinó que el día de Pascua sería el primer domingo después de la primera luna tras el equinocio de primavera