Estas fiestas del Lunes de Aguas de 2015 pasarán a la historia como las primeras en las que un toro –de nombre Hurón para más señas- se convierte en auténtico protagonista de las mismas.
Ya se había encargado la Asociación Taurina de Villoria de calentar el ambiente. La propaganda que han hecho de este acto ha sido sencillamente impecable. Los medios de comunicación y, sobre todos las llamadas redes sociales han servido de altavoz para la difusión de este acto. Esta labor dio como resultado una afluencia masiva de aficionados que dieron un ambiente a nuestro pueblo como hacía tiempo que no veíamos y que ya echábamos de menos.
Un toro del cajón que estuvo a punto de no celebrarse gracias a que los amigos de lo ajeno hicieron acto de presencia llevándose de casa del tesorero el dinero que la Asociación tenía previsto entregar ese mismo día al ganadero propietario del astado. La rápida actuación del Ayuntamiento, poniéndose al frente de la situación, evitó que se suspendiese el festejo. En estos momentos el asunto está en manos de la guardia civil y esperemos, por el bien de todos, que la a cosa no vaya a más y sean capaces de aclararlo.
Y en torno a este eje central taurino se fueron desarrollando todos los actos programados. Desde la exposición de aves de cetrería y serpientes hasta los bailes de la noche, pasando por el campeonato de calva, y el comienzo del II Torneo de Pelota las Villas. Esto siempre con la mente puesta en esa subida al monte el día principal de las fiestas cuyo acto central se reduce a la misa en honor a Santa Bárbara y la posterior procesión. Una procesión que, inevitablemente, a muchos nos recordó a quien tantas y tantas veces participó en ella acompañando a la imagen de la santa con las notas de su saxo, notas que nos hubiera gustado oír, en forma de pasodoble, la taurina tarde del domingo en la que tuvimos que darle el último adiós. En su lugar oímos el doblar de las campanas. Hasta siempre Matías.
Terminaron las fiestas del Lunes de Aguas de este año el martes día 14 compartiendo mesa y mantel todos aquellos villorejos y acompañantes que se pueden permitir el lujo de estar presentes un día laborable como éste para dar cuenta de esa paella rica-rica que nos prepara cada año el maestro Agapito junto con todos sus ayudantes. El tiempo, sin ser espléndido, ha contribuido a que todo se desarrollara con total normalidad en lo que al aspecto meteorológico se refiere.
El año que viene más. No sabemos si igual, mejor o peor. Estamos en año de elecciones. En poco más de un mes sabremos quienes gobernarán nuestro pueblo durante los próximos cuatro años. Pero esto, hoy, no toca. Seguiremos informando.
