LA FIESTA Y EL HORROR. GUARDANDO DISTANCIAS.


Ha sido la comidilla de estos días en nuestro pueblo. Trending topic local, lo más comentado en Facebook y no digamos en bares, tiendas y tertulias varias. Miguel Abellán el torero-bailarín, chulo y guapo donde los haya, el nuevo personaje mediático que iba a llenar tanto la plaza de toros como sus alrededores el día principal de la fiesta, se ha caído de los carteles taurinos de la fiesta de Villoria.

El martes saltó la liebre y aparecieron carteles, en los cuales figuraba el susodicho anunciado para torear el mismo día y a la misma hora en Barbastro (Huesca) y en Villoria. Complicada situación. A no ser que el señor Abellán tuviera el don de la ubicuidad-que mucho me temo que no-, iba a tener que elegir entre Barbastro y Villoria para poder mostrar sus cualidades toreras y su cuerpo serrano. Y así lo hizo, eligió Barbastro. El porqué de esta situación rocambolesca solo lo pueden explicar los actores principales de esta pantomima: empresarios, representante y el propio matador. ¿Nos enteraremos de algo?. Yo creo que nos merecemos una explicación pública. Son nuestras fiestas y es nuestro dinero. Alguien debiera o debería dar una explicación ya mismo. Aquí tienen la oportunidad para hacerlo.

Mientras todo esto helaba la sangre a más de uno, soliviantaba nuestro ánimo y removía nuestras entrañas, a muchos-o no tantos- kilómetros de a aquí, una playa turca se convertía en protagonista de una de las escenas que pasarán a la historia gráfica como una muestra más de la miseria y la crueldad humanas. Una playa donde los actores principales son el agua, la arena y un niño. Un niño que tendría que estar jugando con su cubo, con su pala, con sus padres; pero no. Su cuerpo yace con la cara hundida en la arena, como si no quisiera ver lo que le rodea, como si el lugar al que se dirigía, junto con algún familiar, huyendo de los horrores de la guerra, fuera aún peor que el de su punto de partida.

Y no le falta razón. Huyen de lo malo y en muchas ocasiones encuentran lo peor. En Europa, en la vieja Europa con tantos y tantos siglos de historia, volvemos a ver imágenes muy parecidas a las que ya hemos visto cientos y cientos de veces: trenes trasportando a seres humanos como animales, personas marcadas con rotulador para identificarlas, alambradas, muros, hambre, miseria. Europa, la del euro, la de los estados de derecho, la del bienestar, la solidaria… está preocupada. Ahora sus dirigentes tienen que ponerse de acuerdo para repartirse a los refugiados: tocamos a tantos por barba(y lo digo sin segundas). Un parche más para un problema que, seguro, tiene otras soluciones. Un adolescente sirio les dio una idea: paren la guerra y nosotros no iremos a Europa, seguiremos en nuestro país.

En todo caso, aquí, en Villoria (Pueblo de Salamanca, Castilla León, España, Europa), Abellán ha sido sustituido por César Jiménez. Sin problemas, todo arreglado. Qué siga la fiesta.

S.P.P.

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