HASTA SIEMPRE FIESTAS DEL 2015


Un año más las fiestas en honor a nuestra patrona la Virgen de la Vega han llegado a su fin. Todo se acaba y, por mucho que nos empeñemos en alargarlas, el paso del tiempo es inexorable y nos devuelve una vez más a la rutina, a la monotonía de lo cotidiano.

Este año las fiestas han terminado el día 9 de septiembre, algo que hace muchísimos años que no ocurría, tantos que ni nos acordamos. El motivo no ha sido otro que el de compensar por detrás el día que habían adelantado su comienzo, con el fin de aprovechar al máximo el fin de semana. Parece lógico que sea el sábado el día clave, en el que se espera mayor presencia de gente, sobre todo de fuera.

También es cierto que, visto lo visto, nuestro pueblo es lo suficientemente grande como para que haya un ambiente más o menos aceptable cualquiera de los días de fiesta, siempre con el permiso de la climatología. Los últimos años septiembre nos había regalado un tiempo más que agradable por estas fechas. Este año nos ha vuelto un poco la espalda dejándonos unas noches un tanto desapacibles, a excepción del mismo día de la fiesta en el que volvimos disfrutar de una temperatura plenamente veraniega y de la noche del último día que nos quiso dejar tan buen sabor de boca como el de la carne que un año más ha llegado a nuestros platos gracias a ese grupo de voluntarios capitaneados por Esteban. Pero en el fondo no nos podemos quejar, nada que la gente ya entrada en años no pudiera arreglar con una ligera prenda de abrigo o con seguir el ritmo que marcase la orquesta de turno. Para los jóvenes esto no ha sido ningún obstáculo. Les sobran calorías y las ganas de divertirse pueden con todo.

No pasarán a la historia estas fiestas por nada especial, salvo por un par de polémicas previas al inicio de las mismas. Una de ellas en la semana cultural, donde el grupo de teatro Zaranda tuvo que espera hasta el último momento para poder representar la obra «Lo que vio el mayordomo». El motivo fue la prohibición que, vía burofax, llegó desde Madrid para que no se llevara a cabo esa representación, pero esto lo contaremos en otro momento. La otra fue la noticia de que Miguel Abellán, el torero anunciado para la corrida del día 8 tenía otro compromiso el mismo día y a la misma hora en Barbastro y eligió esta última plaza para torear. Decepción para unos, escepticismo e indiferencia para otros y falta de información y transparencia por parte de los interesados.

El copia o corta-pega con respecto a fiestas anteriores funciona a la perfección. No nos engañemos, la columna vertebral de las fiestas sigue siendo toros-bailes-comida. Cada uno que lo coloque en el orden que quiera según sus preferencias. Esto es así y así seguirá siéndolo per saecula saeculorum. El resto de los actos programados giran en torno a ese eje central y se programan en función del tiempo y espacio que ellos dejen. Y aquí es donde habrá que echar el resto, dejar volar la imaginación, el i+d+i no ha llegado todavía a nuestras fiestas, pero ya toca, salvo que nos asentemos en la comodidad y en la monotonía. Esto no es óbice para reconocer el trabajo de todos aquellos que hacen posible que se celebren con normalidad y lleguen a buen puerto todos los actos programados. Gracias a su esfuerzo los demás podemos divertirnos. El que no sepa de qué estamos hablando que se apunte a las carreras, como se suele decir. Gracias y enhorabuena por estar ahí.

Terminaron las fiestas de este 2015 con la tradicional cena de la carne de la vaca, la correspondiente verbena y, por segundo año consecutivo, con algo que sigue haciendo oposiciones para hacerse tradición como son las doce campanadas -con gominolas incluidas- que dieron paso a la cuenta atrás para las fiestas del 2016. Suerte para todos y ¡FELIZ AÑO VILLOREJO!.

¡¡¡VIVA VILLORIA!!! ¡¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA VEGA!!!

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