AMIGO, HAY QUE EMPEZAR A CONSTRUIR PERSONAS
Querido amigo, aquí estamos otro año más. Como tú no das señales de vida, creo que te estás haciendo un poco perezoso y los años no perdonan, pero estoy seguro de que estás ahí. ¡¡Las pirulas que monto!!, como son frescas te las quiero contar, aunque la gente que me quiere me comenta que si estoy trastornado porque sigo a los muertos, pero pienso que estoy más lúcido que muchos de los que me lo dicen y tengo claro que me fio más de los muertos que de los vivos, ya te lo dije el año pasado.
Bernardo, tenemos que empezar a construir personas no monstruos, ¿sabes lo que me está pasando? ahora cuando me siento en la camilla y me pongo a leer o escribir, como te tengo a mi lado en una foto te doy los buenos días, te miro y te veo triste, como si estuvieras enfadado conmigo, lo mismo soy yo que a veces me levanto cansado, porque en sueños hago muchas chapuzas, no se me van los putos azulejos de la cabeza y encima lo dejo mal. Así que miro desde otra posición que lo mismo hay más claridad y veo que sonríes.
Ya te he contado que a mí me pasan cosas muy raras, la otra noche me soñé con Sofía, la antigua reina, donde hablábamos del tú a tú de los problemas que existen, ¡como si hubiéramos jugado de pequeños a la «chinchirigalla» !, recordando aquellos tiempos. Fíjate oye, si yo con el único que hablo es con el rey de copas y el rey de bastos, y es porque jugamos a la brisca todos los domingos. Qué cosas te tiene reservada la vida.
Bernardo, este mundo está cambiando, ¿qué está sucediendo en América?, la nación más avanzada, donde un cabezón de presidente se quiere cargar a unos millones de personas, tirándolos a la basura, con amenazas, muros, expulsiones. Porque para él solo cuenta el oro, todo lo que ve y toca se convierte en ese metal. Cuidado no le pase como al rey Midas, que todo lo que tocaba lo convertía en oro y murió de hambre, sin poderse comer un farinato, porque no era capaz de romper la tripa. ¿Qué te parece?, a este sujeto le puede suceder lo mismo.
Cuando nos dejaste ya sabías por donde andaba, hablábamos bastante y me dabas mucho ánimo, que si te digo la verdad, esta carrera en la que estoy no la acabo y no es que sea un sacrificio para mí. Hay días que me encuentro vacío y no sé dónde mirar, porque estoy metido en el fango de muchas familias que lo pasan mal. Estoy bien de salud, aunque alguna vez paso algo de miedo, pero aprovecho los días con una fuerza inmensa porque este mundo es para valientes, como fuiste tú.
A otra cosa amigo, no sé si tus hermanos te habrán comunicado que en la iglesia de Villoria van a cambiar la instalación de luz, no siendo que les de la corriente, está muy obsoleta, como nosotros. Más vale que el obispo mande a gente joven, que van a engüerar como las gallinas, ahí al lado del obispo y su cofradía. Yo entiendo que para ser un buen cristiano hay que servir desde el sacrificio, no del bienestar, porque las ovejas están marchando y no sé si volverán. Las iglesias se están quedando vacías y como no se mojen los curas jóvenes esto desaparece, y como a estos curas ya les han caído hasta chaparrones no levantan cabeza.
Un abrazo amigo mío, que a los vivos se los doy todos los días.
ALFONSO «EL PINDOQUE»