AMIGO, HAY QUE EMPEZAR A CONSTRUIR PERSONAS
Bernardo, tenemos que empezar a construir personas no monstruos, ¿sabes lo que me está pasando? ahora cuando me siento en la camilla y me pongo a leer o escribir, como te tengo a mi lado en una foto te doy los buenos días, te miro y te veo triste, como si estuvieras enfadado conmigo, lo mismo soy yo que a veces me levanto cansado, porque en sueños hago muchas chapuzas, no se me van los putos azulejos de la cabeza y encima
Ya te he contado que a mí me pasan cosas muy raras, la otra noche me soñé con Sofía, la antigua reina, donde hablábamos del tú a tú de los problemas que existen, ¡como si hubiéramos jugado de pequeños a la «chinchirigalla» !, recordando aquellos tiempos. Fíjate oye, si yo con el único que hablo es con el rey de copas y el rey de bastos, y es porque jugamos a la brisca todos los domingos. Qué cosas te tiene reservada la vida.
Bernardo, este mundo está cambiando, ¿qué está sucediendo en América?, la nación más avanzada, donde un cabezón de presidente se quiere cargar a unos millones de personas, tirándolos a la basura, con amenazas, muros, expulsiones. Porque para él solo cuenta el oro, todo lo que ve y toca
Cuando nos dejaste ya sabías por donde andaba, hablábamos bastante y me dabas mucho ánimo, que si te digo la verdad, esta carrera en la que estoy no la acabo y no es que sea un sacrificio para mí. Hay días que me encuentro vacío y no sé dónde mirar, porque estoy metido en el fango de muchas familias que lo pasan mal. Estoy bien de salud, aunque alguna vez paso algo de miedo, pero aprovecho los días con una fuerza inmensa porque este mundo es para valientes, como fuiste tú.
Un abrazo amigo mío, que a los vivos se los doy todos los días.
ALFONSO «EL PINDOQUE»