Tengo algunas preguntas sobre este tema ¿Es la paternidad o maternidad un derecho? ¿O se trata por el contrario de un capricho?
Andaba yo pensando sobre esto de la gestación por subrogación, o los vientres de
alquiler o mejor aquello de «vamos a comprar chiquillos». Me sigue sorprendiendo esta necesidad de la gente de conseguir sus caprichos a cualquier precio, y si es a costa de los más desfavorecidos, pues de lujo oye, así no tenemos que cuestionar este sistema de privilegios y desigualdades, que nos va muy bien.
Tengo algunas preguntas sobre este tema ¿Es la paternidad o maternidad un derecho? ¿O se trata por el contrario de un capricho? Para mí es lo segundo, lo primero están más relacionado con la dignidad y la justicia . Entonces, ¿ha llegado el momento de legislar los caprichos? Pues menuda fiesta,¿no? La jueces se van a echar unas buenas risas con todos nosotros, será que con la corrupción no van ya sobrados que les hace falta más fiesta, no sé.
Veamos, la cosa va de genes y esas cosas, ¿no? Y si son los más bonitos, pues mejor que mejor, que la criatura salga guapa y lista, que ya que estamos. Total, para eso la pagamos. En estas que ya podrían hacer un catálogo o mejor, a través de Internet y los compramos desde casa, a golpe de click de ratón.
Yo me hago unas preguntas. Las mujeres que se van a poner a tener criaturas por aquí y por allá; ¿Son mujeres con sus vidas resueltas, con hijos propios, conscientes de lo que implica la maternidad y que van a profesionalizar sus servicios? ¿Van a montar un master para madres de alquiler? A no, van a ser mujeres desesperadas que ya no saben de dónde sacar dinero para sobrevivir e incluso para mantener a sus propios hijos. Y total, como los ricos siempre van a pagar. Bueno, y los no tan ricos, que los habrá que se endeuden hasta las cejas para comprar un chiquillo o dos, que ya puestos. Como quien se compra un piso en Benidorm para veranear ahí.
Concluyendo, que digo yo que como salga adelante la propuesta de Ciudadanos te tendrás que sacar un buen curriculum, que ser padres se compra, y entonces ese es el amor verdadero, como el que le profesamos al móvil o servidor a la Xbox, que también lo compramos y su dinero vale. Adoptar por el contrario, es amor de segunda categoría, que no hay genes de por medio y lo mismo son de material defectuoso.
Que bonito esto de comprar la vida. Todo sea por contribuir con este sistema y sus fórmulas sagradas. Y sobre los derechos de la infancia, la vida digna y el sufrimiento de los más débiles, bueno… pues ya tal.
Javier Prieto Hernández