Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

EL FRUTAL QUE ESTÁ DE MODA

 

Hace años, cuando hablábamos de pistachos en nuestra zona, lo único que nos venía al pensamiento era un fruto seco más o menos exótico. A nadie se le pasaba por la cabeza que ese fruto podríamos conseguirlo también en nuestro huerto al igual que un almendro, una nuez o una manzana.

Quizá contribuía a ello su origen lejano-Oriente medio- y su cultivo en áreas mediterráneas, de clima más cálido  y estable.

A principios de la década de los 80  se recuperó el cultivo de este fruto seco gracias, en parte, a los estudios y experimentos que se habían llevado a cabo el siglo pasado en Estados Unidos. Fue un árbol cuyo cultivo introdujeron en España los romanos, afianzado por los árabes y que desapareció casi por completo durante la Edad Media, desconociéndose los motivos exactos de esta desaparición.

Actualmente, los mayores productores de pistachos son Irán, Estados Unidos, Turquía, Siria, Grecia e Italia. En España su implantación está siendo muy lenta, pero pudiera llegar a ser una alternativa de cultivo en terrenos áridos y pobres, donde otros cultivos no son nada rentables. Las causas que podían influir para esta lenta reaparición de su cultivo podríamos resumirlas en las siguientes:

-El largo período que se requiere para la entrada en producción (empieza a dar sus primeros frutos en el quinto año de su plantación y no llega a la plena producción hasta el décimo año, siendo el rendimiento medio por árbol de 10 a 12 kilogramos).

-Elevado coste del material vegetal por las dificultades de propagación de la especie.

-Falta de conocimientos y experiencias sobre las variedades cultivadas.

-Dificultad de arraigo de los árboles en las nuevas plantaciones y vecería de los adultos.

-Empleo de tecnología de producción de alto nivel.

Sin embargo, la adaptación a cualquier tipo de terrenos y la expansión  comercial del producto le hacen interesante como cultivo alternativo a otras especies.

El pistacho  es un árbol de hoja caduca y dioico-ejemplares macho y hembra-.Su desarrollo es lento, pero la planta es muy longeva: de 150 a 300 años.Su porte oscila entre los 5 y 7 ms. de altura


Su sistema radicular: Es penetrante y superficial. Penetra a gran profundidad buscando agua y sales nutritivas, por esta razón pueden tener éxito en suelos y climas donde otras especies no prosperan. Cuando las raíces superficiales son numerosas, el árbol es más vigoroso, desarrolla bien su copa, dando una mayor fructificación y con regularidad, dependiendo fundamentalmente de la disponibilidad de agua y nutrientes.

Al ser una planta dióica, las flores masculinas y femeninas se encuentran en pies distintos. Aparecen en racimos o panículas. Y nacen sobre cortas ramas laterales ramificadas, antes de que broten las hojas; se desarrollan el año anterior, a partir de yemas situadas en la axila de las hojas (yemas de flor) de los tallos que están creciendo.
El pistachero resiste a los vientos secos y violentos, sin embargo le favorecen las brisas suaves, aumentando el porcentaje del cuajado de frutos, dado el tipo de polinización, disminuyendo a su vez el desarrollo de enfermedades criptogámicas.

El Fruto es ovalado, seco, con cáscara dura y lisa. La semilla es la parte comestible.

La polinización es anemófila-a través del viento-. En la plantación deben colocarse pies masculinos y femeninos en relación uno a ocho o diez, respectivamente, aunque no existe ninguna regla fija, o bien árboles masculinos injertados sobre pies femeninosLa floración se produce desde finales de marzo a primeros de abril

El pistachero es una especie adaptada a climas templados y secos. Puede llegar a soportar temperaturas de hasta 45 º y de 30º bajo cero, pero su resistencia a las altas temperaturas disminuye cuando la sequedad atmosférica es muy prolongada y es entonces cuando aparecen quemaduras en hojas y tallos jóvenes, llegando a paralizar el desarrollo de los frutos. Necesita entre  800 y 1000 horas de frío (horas con temperaturas por debajo de los 7º C), siendo su mayor enemigo las heladas tardías.

Es una planta muy resistente a la sequía (superior a otras especies frutales) y a las altas temperaturas del verano, pero no tolera un exceso de humedad. Requiere ser plantada en lugares soleados. Esta condición es básica para obtener árboles sanos, vigorosos y productivos y ser menos susceptible al ataque de plagas y enfermedades que aquellos ubicados en zonas sombreadas.

Se puede desarrollar en una amplia gama de suelos (pobre, calcáreos, altamente alcalinos o ligeramente ácidos, salinos…), aunque prefiere los franco-arenosos, profundos, bien drenados, con valores de pH comprendidos entre 6 y 8.En terrenos profundos y fértiles (poco empleados para el pistachero) se obtienen muy buenos resultados, llegando a duplicar la producción.

La multiplicación generalmente se realiza mediante injerto de las variedades comerciales sobre patrones francos de especies afines . KERMAN es la variedad femenina preferida por los consumidores, productores y procesadores, debido a su excelente calidad, rendimiento, fácil desprendimiento del árbol durante la recolección, tamaño por encima de la media, desprendimiento de la cáscara sin dificultad y fácil apertura; aunque está caracterizada por una pronunciada alternancia en la producción.

El cultivar masculino estándar es Peter, que se caracteriza por una buena producción de polen y floración coincidente con la de cultivares de floración temprana.

S.P.P.

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