A punto de cumplir los 40 repaso en unos minutos las fiestas pasadas y sin duda ninguna ésta está en el top 3. El día 6 aparqué el coche a las 21 horas el la Alameda y el 10 a las 4 de la mañana regresaba a Madrid con lágrimas en los ojos diciéndome a mí mismo, que suerte tengo de ser villorejo y poder compartir estos momentos con mis paisanos, únicos e irrepetibles y saber que aunque esté todo un año sin verlos estarán ahí el 8 de septiembre del 19 esperando con una sonrisa y un beso. Este año hemos recordado al gran Fernando gallego y celebrado el 30 aniversario de la plaza de toros. Sin ninguna duda no se podía haber hecho mejor. Cada uno opinamos sobre lo que se podía hacer, el por qué no se ha hecho esto o lo otro, por qué no quitan de aquí y ponen allí pero lo fundamental es agradecer a los que dedican horas de su tiempo y desinteresadamente ayudan para poder sacar estas fiestas adelante y tener contentos a todos. La unión de las peñas, de la gente llevan a estas fiestas a tocar el cielo con las manos y nos sentirnos por encima del bien y del mal.
Espero y deseo que aunque pasen los años y los problemas de la vida no perdamos este ambiente de armonía y felicidad que destaca por encima de todo. Ánimo a los jóvenes que organizan los eventos taurinos, se ponen delante del toro y levantan a la gente de sus asientos, orgullosos de ver a un villorejo recortando a esos morlacos y poner la fiesta nacional en el sitio que se merece. Hoy empezamos a contar los días que quedan para el 7 de septiembre de 2019 esperando a ver quién da el pregón, espero darlo algún día y ver desde el balcón a mis paisanos y amigos disfrutando de lo más bonito que tenemos los seres humanos que para mí es la amistad, porque como bien dice el refrán el que tiene un amigo tiene un tesoro, desde luego yo soy rico porque os tengo a todos a mi lado. Besos para ellas y abrazos para ellos y nos vemos e las próximas fiestas.
!!!Viva la Virgen de la vega, y viva Villoria!!!
Javier López Martín
