Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

«EL GRAN AMOR DE MI VIDA»

Lourdes Hidalgo, hija del pueblo, nos manda unos textos, que ha escrito en algunos ratos libres, fruto de una afición que ha tenido desde niña y que ha vuelto a retomar hace algún tiempo.

Son ideas que le van surgiendo a veces de forma repentina, otras con el día a día, o con temas que la inquietan de más o menos actualidad, la cuestión, escribir con cualquier escusa.

En Santa Marta, durante algunos años se ha celebrado un Certamen literario con el tema «San Valentín, el mito del amor», con este motivo, el año pasado presentó un relato ,titulado «EL GRAN AMOR DE MI VIDA», y este año, se ha presentado con otro relato titulado, «EL ÚLTIMO AÑO», con el que he obtenido un 4 º Premio, de entre 140 trabajos presentados a nivel nacional. Estado muy ilusionada y satisfecha por este resultado, en especial por el reconocimiento que supone para ella.

Este es su primer trabajo que esperamos os guste.

EL GRAN AMOR DE MI VIDA

El Amor, es una emoción tan intensa como profunda que entraña tanto sentimiento como pasión, deseo y unas inmensas ganas de querer pasar el mayor tiempo posible con la persona que más queremos además de otras muchas sensaciones que calan en el cuerpo y el alma pero que tan difícil nos resulta de explicar.

Pero realmente, quién puede decir con exactitud…. ¿Qué es el AMOR?, ¿Cuantos tipos de amor existen? , o si se sabe, acaso ¿es posible amar a más de una persona a la vez?, ¿puede alguien sentirse tan invadido por un gran amor hasta perder la razón e incluso cambiar su personalidad o quizás perder su propia dignidad?

¿Será entonces tan bueno, eso del amor?

¡ Habrá que vivirlo para contarlo!.

Todo empezó cuando…….

Ya quedaba poco para nuestro encuentro, me sentía ansiosa e impaciente por conocerte, han sido varios meses esperando esta cita, descubriendo en mí, emociones completamente nuevas, notando muchos cambios en mi interior.

Cerraba los ojos, y me llegaban como una serie de pensamientos contradictorios acerca de cómo me estaba planteando ese momento, lo que sería mi primera vez. A veces con gran ilusión, otras ocasiones con un mar de dudas y toda esta montaña rusa acompañada de pánico, sólo de pensar, que las cosas no salieran como era de esperar.

¡Como yo deseaba!.

Entre tanto, yo me fui preparando cada día, física y mentalmente para ese momento con lugar y fecha previa.

Llegó el día… ¡todo listo!

Ya estoy allí,…. preparada apunto de conocerte, con unas ganas inmensas de reír y llorar sin poder controlarlo, pienso -tonta de mí- a cada segundo que miraba el reloj.

Y por fin…..! te pude ver tal como eres, el contorno de tu rostro, el color de tu piel, tu cuerpo en un primer y rápido golpe de vista, pero yo sólo podía admirarte incansable e insaciable, tú mientras sin decir nada, como si no supieras donde mirar, como si no supieras lo que estaba pasando, intenté tocarte pero fue breve, por un segundo cerré mis ojos para saborear mi momento y de repente desapareciste. ¿Dónde estás, qué ha pasado, por qué te he perdido?, -no entiendo porque ha sido nuestro encuentro tan fugaz-, me asaltaba una ola de temor que se apoderó de mí, y yo allí, sola inmóvil, en aquel lugar tan inhóspito y frío, y luego con tantas personas a mi alrededor, pero parecía que fuera en otra dimensión.

Me sentía indefensa y mi corazón se disparaba, sólo podía pensar si volvería a verte y cuando, me imaginaba que te acariciaba y te besaba sin parar de observarte de principio a fin.

Mientras, yo sentía que no era dueña de mi cuerpo y un sueño intenso me iba y venía, no sé cuánto tiempo pasé en ese estado, sólo puedo recordar como voces y pitidos y que yo intentaba sin éxito, memorizar esos breves momentos cuando te vi, pero ya no sabía si fue real o producto de mi imaginación, aunque en mi interior algo me pedía volver a verte.

No sé qué hora es, pero siento que me mueven y voy viendo al pasar distintas estancias totalmente desconocidas.

Siento un nudo en el estómago, además de otras cosas, pero lo que realmente me importa ahora mismo, es saber mi destino, saber de ti, abrazarte y mientras lo pienso se inundan mis mejillas de lágrimas haciendo crecer en mí una nueva esperanza y vuelvo a estar ilusionada.

Alguien a mis espaldas me susurra, -cierra los ojos-por un instante desconfío, pero soy obediente, y al reabrirlos me encuentro todo lo que más deseaba ver. Me apresuro hacia a ti, olvidándome de mis propias fuerzas, ya no puedo separarme de ti, te beso sin poder frenarme, – te tengo, mi bebé- Mi Lucero, mi princesa, mi Gran Amor, ¡hijita Mía!. –pienso y saboreo cada palabra- Voy a dedicar mi vida entera para hacerte la niña más feliz.

A la vez que te veía crecer y disfrutar de tu alegre compañía, descubriendo todo tu ser en estado puro, todo lo que eres y serás, pero también estaba aprendiendo a ser madre, con mis virtudes y defectos

Pasan unos añitos y….

Me llega la noticia, que se avecina una nueva cita y comienzo a preparar la nueva espera, con gran emoción por conocer a mi nuevo Gran Amor.

Con gran incertidumbre y tantas otras emociones a flor de piel incluso nostalgia llegó de nuevo el gran momento, otra experiencia, llega a mis brazos mi otra niñita que me llenaría de vida y junto a su hermana, seré la madre más especial y amada del planeta.

Y ahora puedo decir, ¡Sí! Es posible tener más de un gran amor a la vez, y tantos como Dios nos quiera poner en nuestro camino. Ellas son y serán el amor de mi vida, hasta mi último suspiro.

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