Aquí, en el pueblo, están de moda los divorcios, que si éste se ha separado, el otro y el de más allá, te da pena, pero si no hay amor, que se va perdiendo mucho porque no se aguantan, entonces es mejor dejarlo. Como que sueño que Conchi se ha liado con otro, oye me despierto como un rayo, hasta la tengo que despertar, no siendo que sea verdad y me hayan metido una muñeca hinchable.
Otro tema de conversación en el pueblo, que si fulano está jubilado y no deja de trabajar, si fulano se ha comprado un piso o un coche, que si hay mucho vago, que si en las parcelas hay mucho ladrón y es fulano porque le han visto con muchos melones, ajos y cebollas y no las tenía sembradas, que fulano tiene unos tomates de kilo para cogerlos que ya estaban casi maduros y se los han birlado por la noche.
La política también da para hablar un rato, que los Sociatas son uno hijos de…, los Peperos igual…, los de Ciudadanos…., los de Podemos los del miedo….., los de Vox más y los separatistas son muchos más hijos…..,y la gente está muy caliente por lo que está sucediendo, donde también se sufre y te ríes, pero éste es mi pueblo.
Mis creencias religiosas digamos que se tambalean, hay días que me encuentro perdido porque no consigo casi nada y mira que no me derrumbo tan fácilmente.
Sabrás que tengo tres nietos, que disfruto más con ellos de lo que lo hice con mis hijos, dos viven en el pueblo, uno con 10 años y otro con 14, unos mocitos, y a las once fui a verlos, el pequeño se estaba levantando, ¡buenos días yaye!, el otro dormido como un porro, moviéndole, el tío como estaba agarrado le desperté, me dice, ¡la madre que te pario yaye!, no me extraña que estén guapísimos y majos porque están bien esponjados, porque tienen lo más elemental. Estaba una mañana fría, con niebla, cuando nosotros nos criábamos dormíamos 4 ó 5 en una cama, una habitación de adobes, suelo de barro, en la que algunas veces manaba el agua, la habitación sin asobradar, así que cuando nevaba esa nieve ratonera se metía entre las tejas y se quedaba encima de nuestros cuerpos, donde nos echábamos los pantalones y chaquetas encima para no pasar frío.
Pero tenemos una suerte, que la gente lo ve y da un paso al frente, colaborando con caldos para que pasen las frías noches y puedan sobrevivir. Se implican muchas personas, ya sean jóvenes, mayores, médicos, abogados, amas de casa…, con sacerdotes comprometidos que abren las puertas de las iglesias para aliviar sus penas, donde hay mucha gente que los rechaza, pero hay que predicar con hechos y las iglesias deberían estar ahora abiertas para recoger a estas gentes, sino que es lo que predicamos.
¿Qué me dicen del alcalde de Vigo?, el señor Caballero, que hace un mes se pavoneaba que iba a poner el alumbrado más importante de navidad que haya habido nunca en ciudad alguna, yo creo endiosándose un poco. Con árboles altísimos llenos de iluminación, como todas las calles, dándose el caché con sus ciudadanos. ¿Saben ustedes los millones que se gastan?, si es verdad que dan jornales, pero no sería mejor que parte de ese glamour lo invirtieran en estas gentes que he nombrado, ¿de que les sirven las luces, si no tienen un techo para cobijarse?. Si estas son navidades que venga Dios y lo vea, entiendo que la gente lo viva intensamente, a mí no me gustan porque creo que navidad es todos los días, pero no jueguen con el dinero público, que solo es un mes y los negocios, entiendo que es un reclamo, que pongan lo que quieran, nacimientos, luces y toda esa fantasía de la navidad.
Lo que más me extraña de esta gente que lo pasa mal, es que son muy creyentes, así que estoy muy enfadado con el señor, porque permite estas diferencias humanas, ¿Dónde está la gloria en el cielo o en la tierra?
Termino, el otro día veo en la televisión dos cetáceos de ballena, venían varadas perdiendo el rumbo, acabando en la arena de una playa, donde estuvieron a punto de morir por falta de oxígeno, se movilizó la gente y allí llegaron de doscientas a trescientas personas para ayudarlas, arrastraron los animales hasta al agua y viéndose salvados daban brincos de agradecimiento, pero es que a la otra orilla hay un niño muerto con una zapatilla a un lado, a unos veinte metros hay veinte o treinta personas que no han tenido la suerte de los cetáceos, hasta que alguien los vea para llevarlos al depósito de cadáveres, que no se han caído de un crucero, sino de una barquichuela, que les han engañado, y la mayoría no vienen a exterminarnos como algunos piensan, si no a buscar un trabajo digno, no vienen de vacaciones, ¿Dónde está la buena gente?.
Perdona amigo que éste mensaje sea tan triste y haga llorar, así que por eso estoy tan rebotado, y es cuando mejor vivo porque de pequeño me toco lo mío, que sufríamos y gozábamos sin abandonar nuestra casa, pero estaba junto a la familia.
Un abrazo hermano
ALFONSO “EL PINDOQUE”