CARTA DE UN AGRICULTOR

Ante las tractoradas y manifestaciones de los últimos días.

Esto es lo que queremos y lo que pedimos.

Nosotros nunca hemos querido subvenciones o ayudas, nos las impusieron al entrar en la CEE.
En los años 80, el abono (8-15-15 y 27) costaba 7 pesetas el kilo, el gasoil 7 pesetas el litro, el trigo lo vendíamos a 37 pts, los jornales estaban en 1988 a 450 pesetas la hora.
Hoy el abono (8-15-15 y 27) cuesta 45 pesetas el kilo, el gasoil cuesta 0’70 el litro, el trigo nos lo han pagado a 30 pesetas este año y con suerte, los jornales están a 9 euros la hora (cosa que me parece bien, porque todo el mundo tiene derecho a vivir).

De abono en secano, echamos 300 kilos en sementera y 300 en cobertera.
De subvención, en mi zona se cobra ciento y poco euros en secano y doscientos y poco en regadío.
Solo hay que hacer cuentas .
Las ayudas se daban y dan, por dos motivos. Uno es la retirada obligatoria de tierras para evitar los excedentes que había, la otra, es evitar que los alimentos suban de precio y todo el mundo tenga acceso a ellos.

Antes, había un precio mínimo, pero con las sucesivas reestructuraciones de la PAC se quitó y se fue perjudicando al campo.

Nosotros pedimos precios justos, que lo nuestro suba en la misma medida que ha subido lo demás.
Pero si a nosotros pagándonos el trigo a 30 pesetas, la barra de pan cuesta 1 euro, si subiera el trigo en la medida que ha subido lo demás, costaría 7 u 8 euros, y mucha gente no podría comerlo.

Lo que entra de países terceros, China, EEUU, India, África, Sudamérica… Lo hace sin cumplir los requisitos que a nosotros nos exigen (allí echan fitosanitarios que aquí llevan 30 años prohibidos) y son mucho más baratos que los nuestros.
Todo el maíz y soja que entra de EEUU y Sudamérica, es transgénico, y aquí en Europa, está prohibido sembrarlo, solo se puede sembrar maíz transgénico en España en una zona pequeña de Zaragoza y otra de Soria que tiene problema de taladro.
Y repito, nunca hemos querido ayudas, subvenciones…… Nos las impusieron. Siempre hemos querido precios justos y que los productos de terceros países que entren en Europa, cumplan las mismas normas que los nuestros .

Tatín