Llegamos al cuarto número de nuestra revista Besana, lo que nos traslada a julio de 1985, año, en el que se inauguró el centro social de cultura y ya, nos indica las distintas aulas, salones y actividades que se realizan en él.
Año también en el que Jesús María González, pone en marcha la silenciada maquinaria del viejo reloj de la torre, aunque hoy sigue silenciada ahí se mantendrá con la esperanza de que algún día su «tic toc» marque ne nuevo la vida de Villoria.
R.A.I seguía ofreciéndonos, su punto de vista en películas como La vaquilla, y de cineastas como Víctor Erice y en teatro, Zaranda, despúes de El horroroso crimen de Peñaranda del Campo (1981). Guadaña al resucitado (1982). Bodas de sangre (1983). La dama del Alba (1984) nos presenta «Yerma» obra que con más de 25 actores se sacó adelante a pesar del duro trabajo, ya que, Villoria carecía de la infraestructura de la cultura de la que dispone ahora, pero no por eso desaparecieron las ganas ….
En el apartado historia descubrimos que el arzobispo Pedro Tapia ha sido paisano nuestro …, que destacó por su importante mecenazgo repartido por las diócesis y conventos que recorrió …. no lo sabíais ¿verdad?
Otros puntos ya habituales en esta revista, es la información municipal, en la que el entonces alcalde Félix Sierra, colaboraba con esta sección, haciendo un balance de la gestión realizada, de esta época son dos de los parques de Villoria el situado en el colegio como en el antiguo Corral Concejo, el embarcadero para la futura plaza de toros, la plantación de árboles en distintas zonas del pueblo, anuncio de la construcción del colegio público, etc.
Siguen sin faltar en este número, la gran cantidad de actividades culturales que las distintas asociaciones realizaban en Villoria, como en cuestión de deporte, donde un amplio número de niños participa en una gran mayoría.
Para terminar una cita de esta revista:
«mira la foto de portada: los ejes de ese carro que trae la imagen de la nostalgia. Manojo de radios formando una realidad que se mueve, avanza y señala los surcos de una esperanza fecunda. Entre sus radios se vislumbra modernidad, el paso de ayer a hoy, del arado al carro, y de este al tractor …
Ahí os dejamos, para que la disfrutéis….
