Ya sabes que mi cabeza todo el día y noche están en movimiento. Lo paso mal porque no lo controlo, así que llevo una cruz en mi cuerpo, digamos llevadera. A otros se las están haciendo. Hay personas que se asustan porque escribo a un muerto sin darme cuenta, que para mí estas vivo, el día que no pueda hablarte estaré muerto, como ahora estoy lúcido y te veo tan cerca, ¡Por qué no darme este gustazo que me alimenta más que un sermón!
Mira, como ahora no se escribe por estos putos adelantos de la tecnología, donde se trasmiten con sus wasaps y emails, que yo creo que hacen hasta el amor con estos aparatos, que ni fu ni fa ni chicha ni limoná y tienes todo el tiempo un pitido de advertencia. Uno pone el dedo hacia arriba y otro para abajo como en el circo romano.
Así que se está olvidando escribir. Cuando yo estuve en la mili tuve una novia, no digo de donde era (porque me la buscan), la escribí alguna vez con mi literatura que no sé si me entendería. Ella a mí con un par de cartas me apatuscó, pero sabes la alegría cuando el cartero soldado repartía las cartas. Fulano de tal, carta de la novia. Te sentías alegre deseando abrir el sobre, más que de ver al sargento chusquero dando la instrucción, izquierda derecha ar, paso ligero que te daban unas sotabandas pa na.
Bernardo, con que no se si soy de izquierdas o de derechas, porque alguna vez nos perdíamos con el paso. Que 18 meses más perdidos, menos mal que llegué a cabo, y eso porque el examen estaba chupao. Entre nosotros, yo creo que necesitaban un cabo y allí estaba yo más pincho que un ajo, fregando más que un soldado porque todos éramos amigos y no tenía carácter para mandar. He dejado las cartas para atrás, las leíamos sentados en las literas, alguno se les caían las lágrimas y daban besos a las cartas, que cosas les dirían las novias. Eran felices esos 18 meses, aunque yo conocí alguno que se licenció deseando llegar al pueblo o a la capital y alguna ya le tenía sustito. Eran muchos meses de espera y también algún cuerno, pero esos como no se ven, no se notaban.
Así que allí tanto tiempo recluido, como no te liaras con el sargento chusquero o con el cocinero, pues casi pasabas la mili virgen, salvo algún escarceo de fin de semana. Ahora, que la que no te fallaba cuando escribía era la madre, con ese amor que tienen a sus hijos. A veces sus letras no se entendían, pero sabías que en esas líneas iban sus vidas, sin mentiras ni chantajes, ahí no iba paja, si no grano limpio de impurezas para que pasáramos mejor la mili. Hubo madres que les tocaba a sus hijos ir a África y se temían que no volvieran, como le pasó a mi pobre madre con mi hermano, las lágrimas que pudo echar, Bernardo.
Me decía hace poco un amigo, como sigas llevando así tu vida, algún día te voy a tener que ir a ver al manicomio, me lo dijo en plan bueno. Lo malo amigo que, si a mí me meten en el manicomio, lo mismo tengo que salir a ver a los que estáis fuera, ¡Eh listo! Yo siempre he dicho que mucha gente que hay fuera, está peor que los que están dentro. Como sucede en las cárceles, por ejemplo, cuantos inocentes que han querido hablar y están pagando las penas de otros que andan sueltos, cuántos hay por malos quereres, denuncias falsas, amenazados y perseguidos, por no pensar como los que gobiernan, llevando esa cruz que les estaban haciendo.
Amigo, no me gusta chantajear a nadie, no quiero tráfico de influencias ni pelotear ni para ser monaguillo, así que este mundo como está tan mal y tú que diste la vida por ese Dios que tanto creías, habla con él a ver si nos echa una mano y nos devuelva la sonrisa que está desapareciendo. Y ese miedo que se está pasando, porque esto como siga así, desaparecemos medio planeta, donde caerán tantas lagrimas con la que está sucediendo, que los ríos llenarán su caudales arrastrándonos a todos al abismo por gente que solo quiere su bienestar, sin escuchar a los más humildes que son los que más están sufriendo este letargo sueño que no sabes si estas vivo o muerto y a ver si de una jodía vez los que nos gobiernan se van entendiendo para salvar el país, no para que se salven ellos, que cada día hay problemas y las muelas nos duelen a todos. Termino para que te rías.
Ya sabes que para estar un poco visible la dentadura te da caché, yo hace tres años me hice un arreglo porque los años no perdonan y el dinero está para gastarlo, no para guardarlo, lo cual he ganado mucho con ella, porque son fundas.
Llegó un matrimonio como de unos 65 años al dentista, la mujer muy apenada por ver sufrir a su marido. La mira el dentista y le dice: esto lo tienes chungo, la avería te puede costar 6000 euros para que los años que te quedan no tengas problemas y dijo él, vale. Pero ella le empezó a dar vueltas y le dijo al dentista, me parece que va a ser que no, porque tiene más problemas. ¿Y si se me muere en un año? ¡anda por donde me sale a mí la dentadura!
Bernardo, eso es amor y control, así que amigo, ahora le hace la comida en la Thermomix y machacando en el mortero lo que come, para que no coja un hueso y se joda los otros dos dientes que le quedan.
Me decía una persona muy allegada, chico yo creo que estas trastornado, vamos, como si estuviera bobo, pues ese trastornamiento lo tengo desde que mi madre me pario, sufriendo y gozando mucho, lo que mi cuerpo me ha permitido. Es obvio que he hecho cosas de joven de las que me arrepiento, pero estoy muy lúcido, haciendo lo que siento, así que quiero vivir con esta confusión hasta que San Pedro me lleve, porque mi vida la gasto con quien quiero, como quiero y como sé que por mi culpa no ha corrido sangre, espero que no me coja este monstruo que está al acecho y como decía el otro.
Dios salve a la reina
ALFONSO EL “EL PINDOQUE”
2021-01-18