Nueva derrota esta vez por 4-0 en Cabrerizos,un rival que hasta ayer solo había sido capaz de sacar 1 punto en toda la liga y que nos dió un auténtico baile.
Nos hemos convertido en un equipo sin ambición,sin hambre y sin amor propio.
Si esto fuese Primera División yo estaría en la misma lista que Ronald Koeman,destituido.
No me extenderé mucho en el análisis del partido porque ahora mismo el ánimo no es el mejor y tampoco dispongo de mucho tiempo para escribir.
La mejor manera de definir lo que pasó ayer es que después de 90 minutos de partido el portero del rival no sabemos si era bueno,malo o regular porque no fuimos capaces de tirar entre los 3 palos ni una sola vez,y así es imposible ganar.
El primer gol en la primera parte llegó a los 9 minutos en una mala salida de balón desde atrás.Tras el robo su medio centro conectó con el hombre de banda derecha para entrar casi sin oposición y poner el balón al segundo palo donde aunque el primer remate fue al poste el rebote le llegó en el punto de penalti a otro jugador y marcó a placer.
A partir de ahí tuvimos la posesión pero sin generar ni una sola ocasión.
Tras el descanso salimos con otra actitud,mordiendo arriba y con ganas de dar la vuelta al marcador,pero nada más lejos de la realidad.
Otra vez en un fallo de salida de balón desde atrás,el jugador del Cabrerizos chutó desde fuera del área y el balón entró a media altura por el primer palo.
Como no somos fuertes mentalmente, no habían pasado ni 2 minutos cuando una nueva perdida por falta de entendimiento entre 2 de nuestros jugadores cuando estábamos cerca de su área, generó que nos pillasen a la contra,y con un milimétrico pase a la espalda del central, su delantero quedase solo ante Ramiro y con una preciosa vaselina subiese el 3-0 al marcador.
Tocados mentalmente y bloqueados futbolisticamente solo quedaba esperar al final del partido e intentar o maquillar el resultado,o evitar que este fuese más abultado.
Y pasó lo segundo,en un calco del primer gol una internada por banda derecha y un centro al segundo palo supuso el cuarto y definitivo gol.
Desde la oportunidad que me da el poder escribir aquí,me gustaría dar públicamente mi enhorabuena y el agradecimiento como entrenador a Cordo y a Marcos Álvarez,el más veterano y el más joven del equipo,ya que fueron los únicos que mostraron las ganas y actitud necesarias para poder ganar un partido,o al menos el plantar cara al rival con dignidad y orgullo.
Nos toca,si aún tenemos un poco de amor propio, intentar dar la vuelta a la situación,y el próximo fin de semana en casa es una buena oportunidad.Nos visita uno de los equipos que están arriba como es el Atlético Encinas.
Rodrigo Barrios.