Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

EDUCAR PARA LA TOLERANCIA

La semana pasada leí en una red social el comentario de un vecino del pueblo, en el que decía lo difícil que se lo estaban poniendo para seguir con su pequeño negocio y los insultos,malos ratos y sobre todo la lucha diaria para abrir la trapa de su pequeño sueño que es trabajar por y para la gente de su pueblo.

Año 2022, si, suena a que hoy en día debería mos estar más que concienciados y sobre todo acostumbrados a ver qué las personas que son gays, lesbianas, Transexuales, bisexuales etc etc, no tienen que ser diferentes, ni miradas de otra manera y ni mucho menos tratados de forma discriminatoria por pensar y vivir como uno más, porque somos todos iguales, no hay nadie más que nadie.

Si algo he tenido claro en mi vida es que lo más importante es la persona, no su preferencia sexual, el dinero,raza o demás pamplinas que nos encasillan por desgracia en esta sociedad. Tengo la suerte de tener amigos tanto en el pueblo como fuera que no esconden algo que ya no es tabú, porque todavía hay mucha gente y sobre todo vecinos de nuestro querido pueblo que no van a cambiar su manera de pensar, es una pena que no se valore a chavales como este en cuestión, que viene a su pueblo a abrir su pequeño negocio, sin meterse con nadie y que le pongan tantas trabas, yo intenté lo mismo y también fui criticado, me pusieron palos en las ruedas, hablaron mal de mi y a día de hoy siguen haciéndose pajas mentales y difamando, pero todos esos que critican, insultan y ponen en boca de los demás mentiras y difamaciones, jamás han hecho nada constructivo por el bien y progreso para nuestro pueblo.

Se que estas personas no van a mirar de otra manera a nuestro vecino ni a los que tienen las mismas ideas y manera de vivir que el, pero por lo menos que le dejen en paz, intentando ganarse la vida legalmente y lo más importante, que siga con su trabajo, porque en VILLORIA no estamos para tirar cohetes en este sentido, ya que poco a poco nos vamos quedando sin esos lugares de reunión con los amigos…No soy ejemplo de nada pero si tengo la suerte de conocer mundo y personas de todas las razas y colores, que aportan mucho a esta sociedad, aún lastrada por esos pensamientos retrógrados y ancestrales que ya no tienen cabida en nuestros tiempos y esperemos que desaparezcan definitivamente por y para el progreso de nuestra sociedad.

Ánimo vecino, que gente como tú por desgracia hay poca, no hagas caso a los que no saben más que criticar porque sus vidas ya no tienen remedio. Siento hablar así pero al final como me dijo un ilustre Villorejo, «a la gente hay que dejarla que diga lo que quiera» que para eso estamos en un país libre, pero siempre estaré para defender al más débil, con la palabra, que es la mejor arma que se ha inventado…

Javier López Martín «Pirundi»

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