Aunque la lluvia siempre es necesaria, hay momentos en los que fastidia; ya se sabe: nunca llueve a gusto de todos. Hoy, la lluvia ha dado al traste con el trabajo de los voluntarios y operarios que habían preparado con dedicación, ilusión y esmero el recorrido del encierro . Esperemos que el agua dé una tregua y mañana se puedan reparar los estropicios que ha causado.