REFLEXIONES ACTUALES SOBRE LOS TIEMPOS ANTERIOES

Me hierve la sangre cuando se habla de la situación insostenible de la subida de impuestos. Que tienen razón. Hay protestar porque nos están ahogando. Pero me apena mucho que hayamos olvidado lo que pasaron nuestros padres del 36 hasta el 52. Tenían la comida racionada y la iban a buscar con las cartillas de racionamiento. Sufrieron el extraperlo. Un mercado ilegal que estaba castigado con la cárcel tanto para el extraperlista como para el consumidor. Comprar los alimentos al extraperlo iban a presidio.

Una anécdota que me contaba mi padre, de un vecino y él que fueron a Pitigua con el burro a comprar aceite al extraperlo porque era la única manera de conseguirlo debido a la escasez de existencias en todo. A la vuelta, se encontraron de cara con la guardia civil. Y se les ocurrió taparse bien con la sayaguesa por si tenían la suerte de pasar de largo y que fuese lo que Dios quisiera. A mí padre le corría el sudor por cara. Llevaban el aceite en las alforjas. Tuvieron la suerte que la guardia civil no los no paró y no les revisaron.

Es cierto que es muy injusto lo que estamos viviendo en estos momentos. Y no está justificado con nada. Pero al menos tenemos ayudas aunque sean limosnas, ni tenemos un extraperlo. Ni se mueren bebés por doquier por una diarrea. Ellos segaron, trillaron, trabajaron de sol a sol y levantaron este país. Tenemos muchas comodidades gracias al esfuerzo de ellos. No levantó este país ningún polistrajo. Porque eso es lo que son: polistrajos. Los de antes y los de ahora.

 

Se tragaron una guerra civil horrible que no solo murieron hombres en el frente. También iban a sus casas a buscarlos. Hasta los sacaban de la cama cuando estaban plácidamente duermuendo y se los llevaban en un camión para fusilarlos. Y a otros a la misma puerta de su casa y después a las fosas comunes. O palizas horribles que algunos los dejaron discapacitados. Pero en su propia casa. Mi madre lo presenció en su pueblo a dos le dieron una paliza mientras dormían la siesta. Pero en los dos bandos. Vivimos miserias porque no llegó el agua corriente a las casas en nuestros pueblos hasta 1976 y en las capitales tenían de todo. Y eran pueblos que estaban a 3km. de la capital. Íbamos a cargar al corral y nos picaban el culo las gallinas. Algunos se lo limitaban con un canto o una teja. Otros con un periódico. Que con la tinta, no sé cómo no nos cogíamos infecciones. Yo nací en 1965 y mi familia no era de las peores. Y que me digan a mí que echan de menos aquellas vidas. Que se vayan a tomar por culo.

Mi madre iba lavar al río y rompía el carámbano con una zuela. Íbamos a la escuela, y los maestros, nos trataban a base de hostias. Pero a los hijos de los ricos era a los que trataban bien. Y había mucho clasismo y se hacían muchas distinciones.

Inés García hernández 

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