Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

De la alegría a la melancolía.

Triste, gris y melancólico. Así nos ha salido este lunes 12 de septiembre que marca el fin del verano en nuestro pueblo y nos devuelve a la monotonía diaria. Tan solo la presencia de la añorada lluvia nos deja un poco de esperanza de cara a afrontar un otoño- invierno que, según todos los pronósticos, se avecina largo y duro. Esperemos que no sea tanto crudo como lo pintan.
El día de ayer, la cena de la vaca y la nochevieja villoreja pusieron punto y final, como ya es tradición, a las fiestas en honor a nuestra patrona la Virgen de la Vega. Poco podemos añadir a lo que ya se ha publicado, visto, dicho y oído.
Unas fiestas que comenzaron marcadas por una absurda polémica y que terminaron con buen sabor de boca. En cualquier evento público de estas características siempre habrá aciertos y se cometerán errores; a aquellos sería conveniente darles continuidad, y de éstos, aprender para corregirlos cuando llegue la ocasión. Es obvio que nunca va a estar a gusto de todos, pero sería aconsejable que agradase a la mayoría.
Lo que si es cierto,y nadie debiera poner en duda, es que quienes las organizan son los primeros interesados en que salgan lo mejor posible, a nadie se le ocurre tirar piedras sobre su tejado. Criticar es muy fácil, y desde el anonimato mucho más; si de ahí pasamos al insulto y a la falta de respeto, mal ejemplo damos. Es verdad que ostentar un cargo público lleva implícito estar expuesto a las críticas, pero eso no da derecho a nadie al insulto fácil, zafio y grosero y menos cuando se hace contra personas con quiénes estas conviviendo a diario. Penoso y reprobable. De esto esperamos que también se aprenda.
Que la melancolía y la añoranza sean solo flor de un día y nos dejen abierta una puerta a la esperanza de que el próximo años volveremos a celebrar nuestras fiestas en paz y armonía. El próximo año más y mejor.
¡¡VIVA VILLORIA!!
¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA VEGA!!

Salir de la versión móvil