Otro año más vuelvo a la capital del reino cansado, pero muy contento, aunque solo pueda disfrutar de la mitad de ellas, estas fiestas han sido un cúmulo de sensaciones, casi todas buenas que me hacen reflexionar sobre mi pueblo y su gente. Vi el pregón, en el cual participó mi padre, por el móvil, en directo, pero los pitos hacia el alcalde me hicieron pensar lo difícil que es gestionar VILLORIA.
Todos tenemos admiradores y detractores, no es fácil dar gusto a la mayoría y es muy difícil llegar a un consenso para que estemos felices y contentos con el programa de FIESTAS, pero la educación y el respeto está por encima de todo esto.
Hablando de este momento con algunos vecinos, había de todas las opiniones, la reacción de Juli, la mala educación de los participantes en la pitada etc etc, solamente puedo decir que hay que ponerse en los zapatos de la persona a la que críticas y a partir de ahí sacar conclusiones. Otra son las pintadas hacia el ayuntamiento, además de reflejar la poca educación y las faltas de ortografía, me doy cuenta de que la valentía y el dar la cara sin esconderse es un gran problema si queremos que esto cambie.
Villoria si por algo destaca es por sus peñas, tenemos muchas y juntamos a vecinos y jamoneros que abren sus puertas a todos los que nos quieran visitar. Algunas como la mía llevamos mas de 30 años dando guerra y animando cómo podemos y sabemos, otras de los más jóvenes tienen la ilusión de preparar la peña durante el verano y como cuando nosotros empezamos, estar hasta tarde en la verbena y si tus padres te dejan dormir en la peña, ya eres el rey del mambo. La unión de todas hará que esto vaya a mejor, si los pueblos tiran para adelante es porque su gente rema en el mismo sentido, cuando cada uno quiere hacer la guerra por su cuenta todo se desmorona.
Villoria es un pueblo tradicionalmente taurino, desde mi punto de vista yo seguiría con los encierros a las 9, además de que se llega de empalme mejor, no hace tanto calor como a mediodía, creo que hay mucha menos gente cuando es tan tarde. Este año no había trabajadores del pueblo y los vecinos han tenido que arrimar el hombro para poner las talanqueras y demás trabajos, algo que antes era lo normal, gracias a todos por participar de manera desinteresada. Me da muchísima alegría ver a las peñas cenando y comiendo a la puerta de los locales, riendo y cantando, los niños revoloteando alrededor, empapándose de la tradición rural y sobre todo ver ese ambiente de armonía que existe las 24 horas, aunque haya mucho alcohol, no se ven altercados ni malos rollos entre nosotros.
Este año los PLAY BOYS EN PARO hemos decidido poner un día de huevos rotos y repetirlo en los años venideros, será nuestra humilde aportación a la fiesta, para que los estómagos capeados por el elixir de los dioses,puedan recuperarse de buena mañana. La paella ha sido algo nuevo y que a la gente le ha gustado, las orquestas… Sé que es difícil y sobre todo caro en estas fechas, pero bueno si la orquesta no es muy buena tenemos la suerte de tener peñas con excelente música y si son mejores pues nos quedamos en la plaza. Otro año más para los que estamos fuera con ganas de que llegue septiembre del 23, con elecciones por el medio y sobre todo muchas ganas de que volvamos a desempolvar las barras, neveras y demás cosas que usamos para estos días de asueto, rodeados de los nuestros. Muchas gracias a todos los que hacen que VILLORIA tire para adelante y espero que la tolerancia y el respeto hacia ellos, sean del partido que sean aparezca como bandera en las próximas FIESTAS.
¡¡¡ Viva la Virgen de la Vega y viva VILLORIA!!!
Javier López Martín.