Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

QUERIDO AMIGO 11 AÑOS SIN TI Y NO NOS LO QUERÍAMOS PERDER.

Voy a intentar, ante tanto dolor, poner algo por lo que poder sonreír. Este artículo está dividido en dos partes, una triste y la otra no tanto.
Quiero contar con el respeto que me merecen todas las personas, me gusta ser transparente, humilde, sencillo, soñador, sincero. “Pero del dicho al hecho hay un trecho” y como tú no me cuentas nada, desde tu linda morada en el teso de tu pueblo, donde los pájaros cantan cuando sienten el alba, acompañados de las flores que están a tu alrededor, perfumando tu linda lápida, llevando ese olor contagioso a tu querido pueblo, donde dejaste tu vida y tu alma.
Te cuento. Villoria está muy triste, nunca en mi vida con los años que tengo he visto una nochevieja con tanto dolor, con tanto silencio, una noche fantasmal, en la que han rodado muchas lágrimas por los casos dolorosos que han sucedido. Ha habido una solidaridad humana y un sufrimiento muy grande. Por lo que a mí me atañe creo que todo el pueblo me ha preguntado por la situación; como a los demás. ¡Y yo digo Bernardo!, se tiene que morir o enfermar una persona para darnos la mano o dialogar con quienes convivimos toda la vida y nos cuesta darnos los buenos días. Con lo bonito que es llevarse bien y humanizarnos con lo que sentimos.
Compañero, yo aquí me estrello, porque lo peor que hay en esta vida es que los padres tengan que enterrar a sus hijos. Porque están muertos en vida.

¡Amigo! cuantas atrocidades, guerras, persecuciones, atropello a los derechos de los más vulnerables, un mundo corroído de mierda y yo muchas veces me revelo, no te parezca mal y digo. ¿Dónde está ese Dios, dormido o de vacaciones?
Creo que se tiene que mojar, empezando por mí el primero, porque la humanidad, cada vez vamos a peor y ¿quién paga las consecuencias? Los de siempre, los más humildes y son ya muchos millones de años con este cabreo que es muy duro toda la vida, donde han visto la luz y la poca que les ha llegado a sus ojos no la ven de sufrimiento.
Creo que ya va llegando la hora de tomar medidas. Encima los políticos están creando unas burbujas de odios, empezando por España que todos quieren mandar. No sé qué tendrán esos butacones, que ninguno quiere levantar ese pesado culo de él. Yo les pondría abreojos, a ver lo que aguantaban, porque se han perdido el respeto, todos son enfrentamientos, amenazas, palabrotas de lo más bajo que puede existir, para convencer a sus seguidores. No lo hacen todos los parlamentarios, pero sin hablar lo dan por bueno y esto crea en la sociedad una mala osti… Con esto a nuestros hijos y nietos los estamos envenenando. Qué bonito sería, ahora que estamos saliendo de una maldita crisis, entre comillas, nos ayudáramos por el bienestar de España no de los partidos.
Bueno Bernardo, vamos a dar un cambio para reírnos un poquito, pero no de nadie.
Cuando me fluyen las palabras cojo el lapicero y no puedo parar.

El otro día bajo de la viña, habían convocado a las personas de mi edad para la vacuna del COVID y de la gripe, que nos están poniendo más banderillas que a los toros mansos, que eran de fuego para espabilarlos.
Llegué al centro sanitario, que hacía un frío de perros, entro en el hall, vi a la gente triste y yo que me paso muchas veces, ya empecé a dar algo de guerra. Saludo a muchos que hace tiempo que nos los veía, que hasta conté algún chiste, para levantar el ánimo, porque alguno iba acojonao.
Entro y me ve la chica el historial, diciéndome, que había tenido COVID hace cinco meses y me tenía que esperar a la repesca. Dije para mí, será la de los mundiales. Salgo al hall y me dice uno, Pindoque, que bien te veo, estaba con una señora sentada en una silla, bastante arrugada y le dije. Has traído a tu madre a urgencias, si es mi mujer. Me echó una mirada y dije tierra trágame.
Había mucha gente esperando, llegando la cola hasta el cuartel, al final no te mueres de COVID, te mueres de frío, porque había gente muy delicada y dos horas aguantando la espera. Lo primero que tenía que tener la Seguridad Social, una barra con unos canapés, unos bombones, unas cervecitas con un bocadillo o un gin tonic, que seguro que no te entra un catarro.

También estaban tus hermanos los curas, con su bastón para sujetarse, que luego lo pierden casi todos los días y digo yo. Han hecho juramento de castidad, lo mejor sería para mí que se echaran una novia, porque el amor rejuvenece.
Me quedaría aquí contándote anécdotas horas y otros se las tirarían con razón hablando de mí, este tío está tonto. Pero sabes una cosa que me decía una amiga que nos dejó que prefería un “Tonto listo, que un listo tonto”.
Me despido soñando para que este año avancemos en la paz y dejemos las guerras.
Un abrazo…

ALFONSO “EL PINDOQUE”
2023-01-20

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