Demasiado pocos, poquísimos diría yo, pero esta maldita enfermedad que todos tememos y que no pudiste esquivar te ha apartado de tu familia y tus amigos, entre los que me incluyo, privándonos de tu compañía y amistad.
Escribo estas líneas con tristeza y dolor; tu partida nos deja con un sentimiento de vacío e injusticia difícil de superar. Los recuerdos de los momentos compartidos se agolpan en mi memoria y, aunque ya no estés presente físicamente, tu espíritu y esencia permanecerán vivos en todos y cada uno de ellos.
Tu vida no fue un camino de rosas; la emigración de los 80 nos sacó de nuestro país y, junto con el destino, hizo que nuestras vidas se cruzaran y nos conociéramos, surgiendo una amistad que con el paso del tiempo en vez de irse apagando fue creciendo más y se mantuvo hasta el día de hoy. No puedo evitar sentir una mezcla de tristeza y nostalgia al recordar los proyectos y vivencias inolvidables que emprendimos juntos y aquellos que se han visto truncados por tu partida. Manoli, contigo la convivencia era muy fácil; eras tan buena, tan buena amiga, tan predispuesta y desinteresada que a todo el que te rodeaba le va a ser muy difícil el día a día sin tu presencia. Me comenta tu familia que cada rincón de tu casa es un recuerdo, recuerdos que dejas y a los que nos agarramos para poder seguir en esta vida injusta sin ti. Si algo nos puede consolar es la suerte que hemos tenido de tenerte entre nosotros; de haber podido disfrutar de tu bondad, alegría y amabilidad.
Manoli, te digo lo mismo que le dije a Ramón en su día, otro palo que nos dio la vida, quiero que tu recuerdo quede para siempre grabado en los archivos de esta gran revista digital Besana para que todo el mundo ahora y con el paso del tiempo sepa que tuve una amiga llamada Manoli y que fue una hija, madre, esposa y amiga excepcional.
Descansa en paz, querida Manoli. Siempre te llevaré en mi corazón y tus recuerdos perdurarán siempre en mi memoria. Le doy gracias a la vida por haberme cruzado en el camino con una persona tan especial como tú.
Con cariño y añoranza.
J.L.H.