Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

Mucho trabajo y poco sueldo.

25 de mayo de 2024, otra madrugada escribiendo para nuestra BESANA. Siempre se ha dicho que de Madrid al cielo, este dicho popular no me cuadra por ningún lado y si me apuras el que lo dijo por primera vez sería artista porque sino es incomprensible. La España vaciada es gracias a que hace muchos años en este nuestro país, la gente se desplazaba para buscarse la vida a las capitales de provincia que es donde por norma general está el trabajo, en otros paises como Alemania, las empresas y fábricas estan repartidas por todo el pais y este problema no existe. Hoy cuento esto porque a mí personalmente me ha tocado está semana echar unas cuantas horas extras en mi trabajo y como dicen en nuestra tierra, son lentejas, no tenemos problema en hacerlas pero sí es una vergüenza que cobre menos la hora en el 2024 que hace treinta años cuando íbamos a patatas por 1000 pesetas los 60 minutos. Todos tenemos derecho a pedir lo que nos merecemos, pero cuando en la Capital del Reino por desgracia, hace años el convenio colectivo de muchos sectores está más bajo que en el resto del país, no nos sirve de nada. No me explico como piensan los que teóricamente son las cabezas pensantes de esta España, que se puede vivir igual en Madrid que en Salamanca, ganando lo mismo. La vivienda en muchos barrios es el doble o el triple de cara,el transporte es necesario cada día, los alimentos no varían mucho pero aún asi que me expliquen como se llega a fin de mes. Algunos residimos aquí por nuestra pareja, que tiene buen puesto de trabajo, otros porque no encuentran de lo suyo en sus respectivos pueblos y ciudades, pero la pena es que la mayoría de emigrantes estén siendo explotados por la gente que se beneficia a manos llenas de su trabajo diario.

Después de 18 años residiendo en esta ciudad y conociendo a muchos extranjeros en mis respectivos trabajos, sacas la conclusión de que los pobres trabajan por lo que les den, ya que necesitan mandar dinero a sus países, donde tienen a sus hijos y familiares. Recuerdo una compañera boliviana, que trabajaba 14 horas al día por 70 euros la jornada, es ilegal, si, alguien para esto, pues a día de hoy sigo viendo que no. En mi empresa hay compañeros que laburan como dicen los argentinos,12 horas al día, 6 o 7 días a la semana, por 5 euros la hora extra. No son empresas que se vean mal para pagar a sus trabajadores, no, porque las matemáticas no fallan, los beneficios son elevados y el reconocimiento es mínimo, pero cuando tienes bocas que mantener y pagar facturas aceptas casi todo. Algunos diréis y por qué no cambias de trabajo, que en Madrid hay mucho, pues la respuesta es fácil, hay mucho de lo mismo y a veces peor. Tengo compañer@s que se hacen más de tres horas al día en ir y volver a su casa para ganar 1050 euros al mes, eso es normal porque con estos sueldos tienes que residir en pueblos lejos de la capital o directamente ya en Toledo. Es vida, pues no,pero esto es lo que hay. Puedo entender a todos aquellos que tienen buenos puestos de trabajo en multinacionales, o dentro del funcionariado, pero viendo que en nuestros pueblos necesitan mano de obra, no se porqué sigue tanta gente malviviendo en estas ciudades, con precios de vivienda impagables y pérdida de vida entre trenes,metros autobuses y atascos. Cuando voy a VILLORIA y a Salamanca me doy cuenta de lo que es la calidad de vida, como siempre me han dicho en el trabajo hay que echar las horas pero después tú tiempo y tú dinero es  tuyo. Pues eso es la riqueza de la vida, poder disfrutar del tiempo libre que nos hemos merecido y gastar con nuestra gente el dinero que ganamos. Pero a día de hoy cada vez es más difícil porque primero la obligación y luego la devoción. En fin, seguiremos en la lucha para poder tener ese poquito rato y cuatro cuartos en nuestra tierra, que es más barata y sobre todo más enriquecedora en todos los sentidos, que en estas urbes, llenas de gente y polución, sin más objetivo que pasar por ellas el tiempo justo y necesario, ya queda menos para volver a lo que nos gusta y realmente nos sentimos, pueblerinos y rurales, de peñas y verbenas, de paseos y tomar el fresco, saludar con un BUENO y despedirnos con un ALE, echar la partida y la siesta, tomar el vermut y el pincho, ir a la parcela y la piscina o simplemente que te conozcan por tú nombre y sepan de que famila eres, que aquí eres un número y eso si que es muy triste…

Javier López Martín.

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