Nace una nueva página en Facebook sobre nuestros pueblos. Su creador es Narciso Bueno Vidal. Me cae bien el hombre. Pide participación. El caso es que yo he eliminado todas las redes sociales.
Como en otras ocasiones, ya he dicho que en todas las épocas ha habido cosas buenas y malas. Cada uno contamos según la que nos tocó vivir y cada cual habla de la feria según le va en en ella.
Pero ya es muy repetitivo que la España rural hasta los años 80 para ciertas clases sociales fue muy dura y para otras no tanto.
De hecho, en los 60 y 70 la gente emigraba a las capitales en busca de mejor vida. Y hubo algunos pueblos que quedaron fantasma, por no hablar de los pobres jornaleros que donde trabajaban su dormitorio era el pajar del amo. Y cuando venían los duros inviernos, había gente que le salían sabañones y en aquella época se los curaba toda la gente con su propia orina. Nadie iba al médico.
Normalmente salían en las manos del frio. Yo gracias a Dios nunca tuve yo eso. Pero todos tuvimos alguna vez parásitos en los intestinos los expulsábamos por las heces. Aquellas lombrices blancas pequeñitas que picaban el recto una cosa bárbara.
¿Y el respeto? Que dicen que había más respeto. ¿Para quién? Para las clases privilegiadas. Porque para las que no lo éramos no teníamos derecho al respeto. En otro artículo contaré con más detalle ese respeto. Eran desprecios que teníamos que soportar por el médico, el cura y el maestro. Claro, que siempre hay algún alma caritativa con conciencia porque todos no son igual.
Siento mucho estar siempre con lo mismo. Pero cuando se vive el dolor en la propia carne, no se puede con la impotencia. Y es que son cientos de historias que vivíamos a diario.
Yo sinceramente no volvería hacía atrás. Y lo que contaban los de la generación de mis padres eran unas miserias que no sé el gusto de personas.
Inés García Hernández