Lunes 14 de Abríl, 6:30 de la mañana, hoy libro ya que el jueves y viernes Santo me toca trabajar, dentro de un rato me iré a visitar würzburg, ciudad hermanada con Salamanca, como todos sabrèis. Hace veinte dias volví a currar a Alemania, la situación actual me ha hecho tomar esta difícil decisión. Cuando hablo de emigración siempre me acuerdo de mis paisanos más cercanos, BEBE vecino y sobre todo buena persona, tuvo que emigrar a Suiza para sacar adelante a sus trece hijos, Este país acoge aún a muchos Villorejos. La familia de Filo y Adela muchos fueron a Andorra, como tantos otros de nuestro pueblo. Jero me contó la historia de cuando iba en el tren de madera a trabajar a la vieja Europa, con sus chascarrillos. Otros muchos fueron un tiempo a hacer dinero y se volvieron para seguir su vida laboral en España. En aquella época necesitaban mucha mano de obra, para fábricas, construir infraestructuras, la vendimia, agricultura y ganadería, en fín que lo que necesitaban eran personas con ganas de trabajar y sin cualificación. Hoy en día también quieren que vengan todo tipo de trabajadores, pero si tienes una cualificación, un inglés aceptable y ganas de aprender alemán, además de la diferencia de salario, puedes hasta elegir donde ir. En mi caso, podía haber ido a Suiza o Noruega que había contratos mucho más suculentos económicamente, pero la vinculación educativa de mis hijos con este país me hizo decidir el destino. He venido a probar, a ver como lo lleva mi familia, pero con este poco tiempo aquí y conociendo lo que hay en mi profesión en España, la elección por mi parte está clara, aquí te respetan, te valoran y sobre todo te cuidan.
Creo que muchos que han estado en estos países, opinan lo mismo. Luego está la parte difícil, la distancia con los seres queridos, la preocupación porque no les pase nada, la añoranza de nuestra tierra y cultura, son muchas cosas que la balanza de la elección cae para el mismo lado siempre, pero hay que poder con estos momentos de soledad y tirar para adelante, como los valientes de Villoria. Bueno, nunca mejor dicho, cada uno tenemos que cargar con nuestra cruz y para criticar a los demás hay que ponerse sus zapatos. Solamente tengo una cosa clara, salir de tú país es difícil, pero gracias a Dios nosotros venimos en avión y muchos otros por degracia tienen que jugarse la vida en el mar, o en cruzar muros, vallas o trenes de la muerte. Para todos aquellos Villorejos que algún día decidieron o decidirán dejar su país para buscarse un futuro, mucho ánimo porque por suerte el mundo es de todos y como me dijo una vez el añorado Magín, Pirun en todos los sitios hay DIOS, cuanto me acuerdo de esas sabias palabras. Os deseo una Buena Semana Santa y como no echaré mucho de menos no estar ahí para colaborar como siempre he hecho…
Javier López Martín